miércoles, 21 de diciembre de 2011

“Homo videns”; el hombre televidente

Por el título de esta entrada alguno ya habrá intuido que voy a hablar, si es que lo conoce, del libro “Homo videns. La sociedad teledirigida”, del italiano Giovanni Satori.

Acabo de leer esta obra (no muy actual por cierto, pues es del año 1998), con motivo de mi participación en los clubes de lectura de ensayo de la Red Municipal de Bibliotecas de Córdoba.

Tengo que decir que la tesis de este autor es cuando menos provocadora y sugerente, aunque también, inexacta por exagerada. No otra cosa sino exageradas resultan algunas afirmaciones de Sartori como las que siguen: “la televisión modifica radicalmente y empobrece el aparato cognoscitivo del homo sapiens”; o un poco más adelante: “estoy más convencido que nunca de la tesis de que nos encontramos en un momento de mutación genética”.

¿Mutación genética?. Venga, por favor, no será para tanto.

Coincido con el autor en muchas de las cosas que comenta en su obra. En otras, en cambio, resulta muy desfasado, como cuando habla de los ordenadores y la cultura de internet. En este terreno, por ejemplo, Sartori opina que la televisión y los ordenadores son muy diferentes porque: “(...) la tv nos muestra imágenes de cosas reales, es fotografía y cinematografía de lo que existe. Por el contrario, el ordenador cibernético (sic) nos enseña imágenes imaginarias”.

No creo que esa sea una diferencia real. Creo más bien que los ordenadores, la consecuente revolución de las telecomunicaciones y el acceso universal e inmediato a toda clase de contenidos, han dado lugar a un cambio mucho más importante, y quizás más grave, que tiene que ver con la cadena: inmediatez de los actos → discontinuidad de los procesos → inconsistencia y futilidad de los pensamientos.

Tengo bastantes esperanzas en que se me aclaren estas ideas próximamente cuando, como es mi intención, lea la obra de Nicholas Carr: Superficiales: ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?. Tendréis noticia de ello.

Pero volviendo al homo videns, creo que Sartori, como otros muchos antes en muchas otras ocasiones (y así seguirá ocurriendo), confunde el medio o la herramienta en sí, con su uso. Yo opino que la televisión, es decir, la visión transmitida a distancia a través de un proceso que requiere la participación de aparatos emisores de ondas y de aparatos receptores de las mismas ondas, es básicamente un avance tecnológico. De hecho, un gran avance tecnológico muy útil para la especie humana. Lo que no está tan claro es que el uso que se hace de la televisión, es decir, su instrumentación, esté siendo positiva para la humanidad. Es decir, que lo que hay que analizar y criticar no es la técnica de la visión teletransmitida, como hace Sartori, sino su uso concreto por este sistema y por las grandes cadenas estatales o privadas de TV, cadenas por otra parte, cada vez más concentradas en manos de menos gente. En realidad, como tantos otros sectores de la industria de la información y el entretenimiento, ¿no es así?.

Cuando hablamos de “telebasura”, y está claro que gran parte de la televisión es basura, hablamos de la instrumentación, no de la técnica. De hecho todo el mundo es consciente de que la televisión, en ocasiones, puede brindar magníficos programas.

Hay algo muy cierto en la argumentación de Sartori y es que frente a la lectura, que implica un cierto esfuerzo, la visión de imágenes a través de la tv es de consumo fácil y favorece las actitudes estrictamente receptivas, no participativas. Aunque en este sentido, habría que preguntarse por qué no incluye Sartori en esta crítica también al cine.

En fin, tiene razón Sartori cuando afirma que la lectura implica un uso del intelecto y un esfuerzo en la construcción de imágenes mentales que no es necesario con el consumo de imágenes en una pantalla. Ese uso del intelecto en la lectura, es cierto, favorece y amplía la capacidad de abstracción. Pero tendría que aceptar Sartori que el consumo de imágenes en pantalla desarrolla en cambio otras capacidades cognoscitivas. No hay más que ver cómo se ha desarrollado en los jóvenes de hoy en día, acostumbrados como están desde niños al consumo de televisión y juegos de ordenador, la capacidad de orientación espacial y de interpretación de espacios virtuales.

No estoy intentando ni mucho menos, defender aquí la televisión tal como es actualmente. En todo caso creo que en España en los últimos tiempos ha mejorado bastante con la nueva ley que ha permitido a las cadenas públicas estatales no depender de los niveles de audiencia ni de la publicidad. Con ello se han librado de la necesidad de competir con esos programas de consumo popular y escasísimo nivel intelectual tan frecuentes en otras cadenas.

En resumidas cuentas, en mi opinión, creo que la televisión puede ser un instrumento muy útil tanto para la información como para la formación y el desarrollo cultural de las personas, pero también puede ser así mismo (quizás lo esté siendo) un instrumento muy práctico para el adoctrinamiento y la alienación de los individuos.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Derechos Humanos Universales. 63 años de espera



¿Alcanzaremos a ver algún día que los llamados "derechos humanos universales" lleguen a ser verdaderamente universales?
En todo caso, como dice Galeano, nunca nos arrebatarán el derecho a soñar.




domingo, 20 de noviembre de 2011

Videos de eQuo

Recojo aquí algunos de los videos de eQuo de esta campaña.

Los hay más serios y más graciosos, más profesionales o más amateurs, más políticos, más emotivos, más irónicos, de todo, como lo que cabe en eQuo.

Proyecto EQUO



 #somosequo




Es el momento. Parlamentarios Partido Verde Europeo




Mensaje de Cem Özemir. En nombre de Los Verdes, Alemania




Video promoción eQuo




Mensaje de los mercados




Decálogo eQuo, versión mimo




eQuo te escucha: "La oreja gaditana"




eQuo: Carteles reciclados




eQuo va en Metro




#yovotoeQuo



domingo, 13 de noviembre de 2011

Relatividad, o falsedad, del concepto de desarrollo

Un par de definiciones previas:

El término desarrollo en el DRAE: “Evolución progresiva de una economía hacia mejores niveles de vida” 

En la Wikipedia: “El desarrollo económico es la capacidad de países o regiones para crear riqueza a fin de promover y mantener la prosperidad o bienestar económico y social de sus habitantes”.

Frecuente e interesadamente se sigue confundido desarrollo con producto interior bruto. Lo cierto es que el PIB es sólo una medida agregada que expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios finales de un país durante un período determinado. Se trata de la macromagnitud por antonomasia de la ciencia económica y ha sido usada frecuentemente como una medida del bienestar material de una sociedad.

Esto, que ha sido siempre una barbaridad conceptual, está siendo totalmente rechazada al día de hoy como índice real de desarrollo por cualquier economista crítico. Sólo basta saber que las catástrofes, ya sean naturales o no (por ejemplo terremotos o accidentes nucleares) pueden dar lugar a crecimiento del PIB por el hecho de que sólo se contabilizan las actividades industriales de reconstrucción pero no la destrucción neta de activos.

Por otra parte, nunca se ha contabilizado el capital natural. La falacia del desarrollo ha llevado a hablar por ejemplo de la “producción petrolífera” (cosa que hemos asumido todos con pasmosa naturalidad) cuando de lo que se debería haber hablado siempre es de la “extracción petrolífera”.

Pareciera como si verdaderamente hubiéramos estado produciendo energía con el petróleo, cuando lo que llevamos haciendo desde hace varios siglos es extrayendo la energía almacenada en forma fósil que llegó a la tierra durante muchos millones de años de su único origen real, el sol.

Tampoco se contabilizan para el cálculo del PIB cosas tan evidentes como la auto-producción y el auto-consumo, es decir las riquezas producidas y consumidas en el propio interior de los hogares como las verduras de nuestra huerta o las actividades domésticas.

Otra falacia, ésta más reciente, es la del concepto de "desarrollo sostenible", que inventara Gro Harlem Brundtland en su famoso informe para la ONU de 1987: Nuestro Futuro Común.

No hay posibilidad de desarrollo continuado, ya sea sostenible o no sostenible, porque el planeta es finito. Esto es una verdad físico-matemática.

Lo que procede es reinventar de una vez por todas el concepto de desarrollo y dejar ya de entenderlo como desarrollo económico, esto es, de bienes, y empezar a entenderlo como un desarrollo humano más relacionado con servicios y expectativas de desarrollo personal, con logro de la felicidad, con experimentar la plenitud emocional, con alcanzar las máximas libertades, etc, etc.

Muy recientemente (de hecho hace muy poco, pues fue el pasado día 2 de noviembre), ha visto la luz el Informe sobre Desarrollo Humano 2011 del PNUD, en adelante DHR2011.

En este informe, subtitulado Sostenibilidad y equidad: Un mejor futuro para todos (pdf 5,3 Mbs), se afirma que “el desarrollo humano tiene que ver con la expansión de las libertades y las capacidades de las personas para llevar el tipo de vida que valoran y tienen razones para valorar”. 

También, que el desarrollo de la generación actual no puede construirse sobre la limitación al desarrollo de las generaciones futuras: “valoramos la sostenibilidad porque las generaciones futuras debieran tener al menos las mismas posibilidades que las actuales”.

Por ejemplo, a menudo olvidamos lo radicalmente injusto que es el hecho de estar dejando una hipoteca de miles de años a las generaciones futuras en forma de “mierda nuclear”.

Igualmente afirma el DHR2011 que el desarrollo de determinados grupos sociales no puede construirse sobre el hurto de las posibilidades de desarrollo de otros grupos sociales, ya sean de otros países o territorios, de otras razas, de otro género, de otro nivel cultural, económico, etc.

Es el concepto de equidad o de justicia social. Como dice el informe: “todos los procesos que no son equitativos son injustos: las oportunidades de todas las personas de llevar una mejor vida no debieran verse restringidas por factores que escapan a su control”.

Índice de felicidad por países


Así pues, dejemos ya de utilizar, y exijámoslo así a nuestros políticos y economistas, el índice del PIB por totalmente engañoso, y empecemos a utilizar otros índices más reales como son:
  • el IDH (índice de desarrollo humano), que es el que utiliza el PNUD,
  • el coeficiente Gini, que mide la desigualdad en el reparto de la riqueza en los países
  • el índice de desigualdad de género (también utilizado por el PNUD), que mide el grado de igualdad entre mujeres y hombres en las sociedades
  • el índice de felicidad
  • etc, por inventar
Tenemos que aprender a...

VIVIR MEJOR CON MENOS
  
Más pronto que tarde va a resultar inevitable.

lunes, 24 de octubre de 2011

La paz es el camino

No es mío, por supuesto. Ya estaba dicho hace mucho tiempo: no hay camino para la paz, la paz es el camino (Mahatma Gandhi). Ni siquiera Gandhi inventó nada; sólo encontró una bonita frase para enunciarlo.

L
Club del Ku-Klux-Klan con chapela
Voy a hablar, como os podéis imaginar, de la declaración de ETA del "cese definitivo de la violencia" del pasado 20 del 10 del 20 11. Lo primero: bienvenida sea. ¡YA ERA HORA!.

Como la mayoría de los españoles me he alegrado enormemente al oir esta noticia. Sólo los mal nacidos con intereses ocultos tras la continuidad del terror siguen negando la mayor. Es lo que ellos quisieran: que el terror no acabara nunca, porque sin terror los ciudadanos son libres, son libres para pensar, son libres para decidir. Y porque es ahora cuando en el País Vasco se podrá hablar de cualquier cosa, porque se podrá hacer en paz.

Yo no creo en los "derechos de los pueblos". Ni siquiera creo mucho en "los pueblos". Creo más bien en las personas, en los ciudadanos, porque son exclusivamente las personas, los ciudadanos, los sujetos de derechos.

El País Vasco no tiene derecho a nada: eso es absurdo, porque el País Vasco es una entelequia, es una construcción de la mente. Los que tienen derecho a lo que sea (por ejemplo a la autodeterminación; YA SE VERÁ) son los ciudadanos vascos.

No creo en la indepencia de la nación como bien supremo. Puede que en algún caso sea imprescindible como camino, pero como camino hacia la única y verdadera independencia: la de las personas. En todo caso reconozco que es cosa que los vascos deberán decidir.

En realidad es una cuestión de sentimiento. Al igual que por ejemplo yo no podría decirle a mi mujer, aunque llevara 40 años casado con ella, que no puede dejarme porque formamos una comunidad con larga historia en común y unidad de destino sino que llegado el momento ella tendría todo el derecho del mundo a coger sus cosas e irse, creo que no se puede negar a un determinado conjunto de ciudadanos, si llega el caso, el derecho a coger sus cosas e "irse" a crear un estado independiente.

No es que esto valga para cualquier grupo de ciudadanos. No es sólo cuestión de escala. Es más bien una cuestión de historia, de geografía, de lengua, de cultura, etc. Y si esto vale para los vascos, también vale para los catalanes, los canarios, etc.

Yo intentaría convencerles de que levantar nuevas fronteras no servirá para mejorar su independencia como personas ni les garantizará en un mayor grado el disfrute de sus derechos como ciudadanos, pero llegado el caso todo el mundo tiene derecho a tomar sus propias decisiones, incluso las equivocadas.

De cualquier manera, que nadie tenga prisa en hablar de independencia o de sagradas unidades, es hora ahora de la reconciliación. Y para la reconciliación es necesario como primer paso el ser capaces de reconocer al otro, de ponerse en el lugar del otro. Si los etarras y sus acólitos deberían empezar a pedir perdón por el tremendo dolor, totalmente inútil, que han cusado a las víctimas y a toda la sociedad vasca, los justicieros del estado (léase Felipe González y los suyos) también deberían pedir perdón por lo que hicieron con los GAL.

Habrá que dejar pasar un cierto tiempo, un tiempo en paz, para coser las heridas del dolor sufrido.

Viñeta de Medina en diario Público: LA HERIDA


En fin, no me voy a explayar más sobre este tema. Sólo voy a dejaros aquí algunos versos de ese gran poeta nacido en Bilbao que fue Blas de Otero. Tras ellos, una canción de Presuntos Implicados sobre la Paz.

No más patrias, por favor,
no más banderas.
No más sangre alimentando
mercaderes.
No más historias falseadas
por el rencor de los mediocres.
No más futuros inventados
por los fabricantes de caínes.
No más batallas asesinas
para engordar a los traficantes
del estúpido odio entre los pueblos...
A partir de lo que hay,
un mundo abierto, sin fronteras,
un solo territorio, nuestra tierra,
un hogar para todos los humanos
(un hogar sin iconos mentirosos,
sin altares a los dioses de la guerra).
No más muerte abortando nueva vida,
no más armas, no más frentes, no más fosos:
sólo puentes entre todas las orillas.


Escribo
en defensa del reino
del hombre y su justicia. Pido
la paz
y la palabra. He dicho
«silencio»,
«sombra»,
«vacío»
etcétera.
Digo
«del hombre y su justicia»,
«océano pacífico»,
lo que me dejan.
Pido
la paz y la palabra.




Paz para la pluma y para el aire.
Paz para el papel y para el fuego.
Paz para la palabra y para la tierra.
Paz para el pan y para el agua.
Paz para el amor y para la causa.
Paz para el pensamiento y para el camino.
Paz para la semilla y para el átomo.
Paz para la obra y para el hombre.


Paz, Presuntos Implicados

jueves, 13 de octubre de 2011

Estabilidad o Cambio

Entre Parménides y Heráclito, no sé por qué, yo siempre preferí a Heráclito. Si Parménides fue el filósofo que destacó el valor de la permanencia, de la supuesta esencia de las cosas, Heráclito en cambio nos habló de la imposibilidad de negar su continua mudanza.

Me he acordado de estos antiguos filósofos griegos, y en concreto de mi bien querido Heráclito, para hablar de lo necesario que es en nuestra vida el adaptarnos a los cambios o, más allá aún, el acometerlos.

Podrá haber y hay cosas permanentes, que se hallarán más bien en el reino de los conceptos, pero lo que es innegable es que la vida toda es un proceso constante de cambio y renovación, de nacimiento y destrucción.

La vida se desarrolla en un avance continuo siguiendo lo que se ha dado en llamar la flecha del tiempo. Esta flecha impone que el pasado es inmutable y no se puede cambiar, pero que el futuro es incierto, es decir, que está por construir. Que podamos ver con optimismo o con pesimismo estos cambios, se convierte en la clave de nuestra existencia.

El mundo entero está por mudar. Hace unos días leí una frase que me gustó y anoté (como suelo hacer cuando tengo papel y lápiz u ordenador a mano) y que está relacionada con esto que digo. Es de Jean Francois Brient, autor de una película titulada “De la servidumbre moderna” (aquí el texto), y que dice así: “Mi optimismo está basado en la certeza de que esta civilización está por derrumbarse. Mi pesimismo, en todo lo que hace por arrastrarnos en su caída.

No estoy seguro de cual de las dos perspectivas domina en mí. Quiero ver con optimismo el futuro, pero la verdad es que lo hago pésimamente. En todo caso, lo que está claro es que la flecha del tiempo aún no ha escrito nada en el papel a la derecha de donde nos encontramos, y que nos compete el redactar entre todos el texto que al final se escriba.

Los cambios sociales son muy complejos y apenas podemos plantearnos el operar sobre ellos; van ocurriendo muy poco a poco. Los políticos, en cambio, sí son más plausibles; es cuestión de sumar muchas voluntades. Los cambios personales, por último, dependen casi exclusivamente de nosotros mismos, aunque no voy a negar que algunos de ellos “nos suceden” sin que nosotros hayamos decidido nada. En todo caso, aceptar que han ocurrido y aprovecharlos para una renovación es lo más conveniente. Esta y no otra es la sabiduría que encierra el viejo refrán “no hay mal que por bien no venga”.

En fin, para acometer cambios sociales os propongo: sed modernos, manteneos libres y no os plegueis a las presiones sociales. Vuestra gota terminará por constituir un río.

Para acometer cambios políticos, si aún soñáis con un mundo mejor, os emplazo a participar en la concentración del próximo sábado 15Oct. Unidos por un mundo global; otro mundo es posible.

Para acometer cambios personales, sólo tenéis que manteneros verdaderamente vivos. Es verdad que sólo se vive una vez, pero caben muchas vidas en una vida; y aunque es buena la estabilidad, aún mejor es el cambio.

Ciudades donde hay convocadas concentraciones el 15Oct
Somos muchos. 
¿Seremos suficientes?


martes, 27 de septiembre de 2011

¡Qué injusta es la muerte a deshoras!

Todos nos iremos. Pocas cosas hay tan seguras como que algún día, irremediablemente, se apagará nuestra luz. Sin embargo, ¡qué injusto que a veces ocurra a destiempo!

Hoy se apagó la luz de mi buen amigo Pepe Ángel.

Pepe era muchas cosas; por encima de todo, luminoso. A su lado todo era más alegre y liviano. Él me ayudaba a librarme de la pesadez y oscuridad del mundo.


Ahora todo está un poco más oscuro sin él.


¡Qué triste ver cómo nos vamos yendo!

lunes, 20 de junio de 2011

La complejidad de lo justo

Voy a hablar de justicia, pero no de la Justicia como institución, sino de "lo justo".

Voy a hacerlo porque acabo de leer (aunque es un decir, pues no fui capaz de terminarlo) el libro de Amartya Sen "La idea de la Justicia". Esta obra fue publicada en el año 2009 en Reino Unido, y en 2010 la traducción española en la editorial Taurus.

Confieso que me ha resultado una obra bastante compleja y difícil de entender. El autor se mueve a tal nivel que no pude seguirlo, o, según opinión de otras personas que lo han leído conmigo, el autor no tiene el nivel suficiente para saber explicar claramente lo que pretende. Quizás el hecho de una traducción imperfecta haya podido influir. No lo sé. Creo más bien que Sen utiliza un lenguaje demasiado conceptual y a menudo farragoso.

No obstante, como siempre que leo algún ensayo en los Clubes de Lectura en los que participo, algo he sacado de esta obra. Tiene mucho que ver con ello el hecho de haberla comentado con otras personas, y el haber leído en la red algunas críticas y/o reseñas sobre ella por parte de otros autores.

De lo que dice Sen me queda clara una cuestión muy importante, y es que hay dos formas diferentes de acecarse a la justicia:

- Una sería la de un acercamiento desde lo conceptual, desde una visión ideal. Esta visión sería la contractualista o institucionalista trascendental (son los términos que utiliza Sen), o (utilizando ahora mis propias palabras) la que considera que la justicia se puede alcanzar desde lo teórico hacia lo práctico.
Es decir, la justicia como realización práctica se debe alcanzar como una concreción del ideal teórico. El camino sería el del contrato social entre ciudadanos libres y la construcción de instituciones justas. En esa sociedad ideal, la justicia casi que funcionaría sola. Sin embargo, lo cierto es que la búsqueda de esa sociedad ideal ha dado lugar, a veces, a bárbaras crueldades para meter o calzar la realidad en el esquema.

- La segunda forma de acercarse a la justicia es aquella que, de nuevo con mis palabras, renuncia a buscar la justicia para intentar encontrar lo justo. En la terminología de Sen y otros autores, sería la visión comparatista o de análisis social comparado.
Según esta segunda concepción, la justicia no puede ser un ideal monolítico sino una noción pluralista muldimensional centrada en arreglos o acuerdos y que se sostiene sobre una especie de intuición de lo que es justo en cada circunstancia. Circunstancia que, por otra parte, es imposible de conocer racionalmente en toda su diversidad.

Para entender qué es esto, Sen nos hace imaginar al principio de su obra una situación hipotética sobre la que deberemos aplicar justicia. Se trata de una pequeña trifulca entre tres infantes y una flauta. Los tres lloran y reclaman su derecho a poseerla alegando diversas razones. Uno de ellos reclama su derecho a poseer la flauta porque él ha sido quien la ha construído (parece un razonamiento contundente ¿verdad?). Pero es que el segundo reclama su derecho al instrumento por ser el único de los tres que le va a sacar el provecho más completo al ser el único que sabe tocarla (también es contundente ¿no?). Por último el tercero reclama su derecho a poseer el juguete (nos tenemos que imaginar que es alguna persona adulta la que reclama por él, pues este razonamiento no parece lógico para un niño) porque siendo el más desafortunado de los tres y una víctima de la desigualdad y de la "injustica social", no posee hasta ahora nada en este mundo. Sería muy feliz tan sólo con acariciarla. Se nos remueve algo en las entrañas sólo de imaginar un niño así ¿verdad?. Hay muchísimos.

El caso es que si primáramos como criterio el de la realización humana tendríamos que dar la flauta al que sabe tocarla. Si primamos, en cambio, el derecho a gozar de los frutos del propio trabajo, se la tendríamos que dar al niño que la hizo, aunque ya tuviera otras 20. Pero si pretendemos aplicar la justicia social, entonces se la tendríamos que dar al que nada tiene para que pueda empezar a ser algo en esta vida.

No es fácil la elección. Nos queda la sensación de que necesítaríamos saber más; conocer más circunstancias. Pero concocer más circunstancias ¿nos haría estar completamente seguros de nuestro dictamen? Siempre cabría la duda.

Como dice Rafael Argullol en su última obra "Visión desde el fondo del mar" (aunque con otras palabras), no es posible elegir entre el bien y el mal de una vez y para siempre sino que hay que hacerlo cada día y en cada circunstancia.

Lo justo no está escrito. Se escribe con la razón, pero también con la intuición, a cada momento.

sábado, 18 de junio de 2011

A la calle, que ya es hora

Mañana será el segundo día "D".

Tras el #15M, ahora el #19J. ¿Será cierto que estamos por fin ante el final del invierno de nuestro descontento? ¿Será ésta, la primavera de nuestro regocijo?

Reproduzco aquí un famoso poema de Gabriel Celaya que casi todos conocimos en la voz de Paco Ibañez (abajo el video), que lleno de sentido en aquellos años, pero habiéndolo perdido después durante tanto tiempo, parece haberlo recobrado hoy de pronto.

¿Se os remueve algo en vuestras tripas?

¡A la calle! que ya es hora
Córdoba, plaza de la Corredera, 
domingo 19 de junio, 19'30 h

Gabriel Celaya: "España en marcha"

Nosotros somos quien somos.
¡Basta de Historia y de cuentos!
¡Allá los muertos! Que entierren como Dios manda a sus muertos.


Ni vivimos del pasado,
ni damos cuerda al recuerdo.
Somos, turbia y fresca, un agua que atropella sus comienzos.


Somos el ser que se crece.
Somos un río derecho.
Somos el golpe temible de un corazón no resuelto.


Somos bárbaros, sencillos.
Somos a muerte lo ibero
que aún nunca logró mostrarse puro, entero y verdadero.


De cuanto fue nos nutrimos,
transformándonos crecemos
y así somos quienes somos golpe a golpe y muerto a muerto.


¡A la calle! que ya es hora
de pasearnos a cuerpo
y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.


No reniego de mi origen
pero digo que seremos
mucho más que lo sabido, los factores de un comienzo.


Españoles con futuro
y españoles que, por serlo,
aunque encarnan lo pasado no pueden darlo por bueno.


Recuerdo nuestros errores
con mala saña y buen viento.
Ira y luz, padre de España, vuelvo a arrancarte del sueño.


Vuelvo a decirte quién eres.
Vuelvo a pensarte, suspenso.
Vuelvo a luchar como importa y a empezar por lo que empiezo.


No quiero justificarte
como haría un leguleyo,
Quisiera ser un poeta y escribir tu primer verso.


España mía, combate
que atormentas mis adentros,
para salvarme y salvarte, con amor te deletreo. 

Paco Ibañez en el Olimpia, Paris, 1969





Rsumen de lo que pide el movimiento DEMOCRACIA REAL, YA

1. ELIMINACIÓN DE LOS PRIVILEGIOS DE LA CLASE POLÍTICA:

  • Control estricto del absentismo de los cargos electos en sus respectivos puestos. Sanciones específicas por dejación de funciones.
  • Supresión de los privilegios en el pago de impuestos, los años de cotización y el monto de las pensiones. Equiparación del salario de los representantes electos al salario medio español más las dietas necesarias indispensables para el ejercicio de sus funciones.
  • Eliminación de la inmunidad asociada al cargo. Imprescriptibilidad de los delitos de corrupción.
  • Publicación obligatoria del patrimonio de todos los cargos públicos.
  • Reducción de los cargos de libre designación.


2. CONTRA EL DESEMPLEO:

  • Reparto del trabajo fomentando las reducciones de jornada y la conciliación laboral hasta acabar con el desempleo estructural (es decir, hasta que el desempleo descienda por debajo del 5%).
  • Jubilación a los 65 y ningún aumento de la edad de jubilación hasta acabar con el desempleo juvenil.
  • Bonificaciones para aquellas empresas con menos de un 10% de contratación temporal.
  • Seguridad en el empleo: imposibilidad de despidos colectivos o por causas objetivas en las grandes empresas mientras haya beneficios, fiscalización a las grandes empresas para asegurar que no cubren con trabajadores temporales empleos que podrían ser fijos.
  • Restablecimiento del subsidio de 426€ para todos los parados de larga duración.


3. DERECHO A LA VIVIENDA:

  • Expropiación por el Estado de las viviendas construidas en stock que no se han vendido para colocarlas en el mercado en régimen de alquiler protegido.
  • Ayudas al alquiler para jóvenes y todas aquellas personas de bajos recursos.
  • Que se permita la dación en pago de las viviendas para cancelar las hipotecas.


4. SERVICIOS PÚBLICOS DE CALIDAD:

  • Supresión de gastos inútiles en las Administraciones Públicas y establecimiento de un control independiente de presupuestos y gastos.
  • Contratación de personal sanitario hasta acabar con las listas de espera.
  • Contratación de profesorado para garantizar la ratio de alumnos por aula, los grupos de desdoble y los grupos de apoyo.
  • Reducción del coste de matrícula en toda la educación universitaria, equiparando el precio de los posgrados al de los grados.
  • Financiación pública de la investigación para garantizar su independencia.
  • Transporte público barato, de calidad y ecológicamente sostenible: restablecimiento de los trenes que se están sustituyendo por el AVE con los precios originarios, abaratamiento de los abonos de transporte, restricción del tráfico rodado privado en el centro de las ciudades, construcción de carriles bici.
  • Recursos sociales locales: aplicación efectiva de la Ley de Dependencia, redes de cuidadores locales municipales, servicios locales de mediación y tutelaje.


5. CONTROL DE LAS ENTIDADES BANCARIAS:

  • Prohibición de cualquier tipo de rescate o inyección de capital a entidades bancarias: aquellas entidades en dificultades deben quebrar o ser nacionalizadas para constituir una banca pública bajo control social.
  • Elevación de los impuestos a la banca de manera directamente proporcional al gasto social ocasionado por la crisis generada por su mala gestión.
  • Devolución a las arcas públicas por parte de los bancos de todo capital público aportado.
  • Prohibición de inversión de bancos españoles en paraísos fiscales.
  • Regulación de sanciones a los movimientos especulativos y a la mala praxis bancaria.


6. FISCALIDAD:

  • Aumento del tipo impositivo a las grandes fortunas y entidades bancarias.
  • Eliminación de las SICAV.
  • Recuperación del Impuesto sobre el Patrimonio.
  • Control real y efectivo del fraude fiscal y de la fuga de capitales a paraísos fiscales.
  • Promoción a nivel internacional de la adopción de una tasa a las transacciones internacionales (tasa Tobin).


7. LIBERTADES CIUDADANAS Y DEMOCRACIA PARTICIPATIVA:

  • No al control de internet. Abolición de la Ley Sinde.
  • Protección de la libertad de información y del periodismo de investigación.
  • Referéndums obligatorios y vinculantes para las cuestiones de gran calado que modifican las condiciones de vida de los ciudadanos.
  • Referéndums obligatorios para toda introducción de medidas dictadas desde la Unión Europea.
  • Modificación de la Ley Electoral para garantizar un sistema auténticamente representativo y proporcional que no discrimine a ninguna fuerza política ni voluntad social, donde el voto en blanco y el voto nulo también tengan su representación en el legislativo.
  • Independencia del Poder Judicial: reforma de la figura del Ministerio Fiscal para garantizar su independencia, no al nombramiento de miembros del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial por parte del Poder Ejecutivo.
  • Establecimiento de mecanismos efectivos que garanticen la democracia interna en los partidos políticos.

8. REDUCCIÓN DEL GASTO MILITAR


Todo muy clarito y justo ¿no os parece?

viernes, 20 de mayo de 2011

Ecolo Córdoba denuncia ante la Junta Electoral el boicot a su acto central de campaña



El Ayuntamiento desmonta el escenario de la Plaza de la Corredera, en contra del acuerdo de cesión de espacios públicos

Ecolo Córdoba ha denunciado esta mañana ante la Junta Electoral el incumplimiento de las normas que rigen la cesión de espacios públicos para la campaña electoral, tras comprobar el desmontaje del escenario ubicado hasta esta madrugada en la Plaza de la Corredera y que iba a ser usado en la fiesta de cierre de campaña.

Según argumenta la denuncia presentada, la Junta Electoral acordó el 29 de abril de 2010 adjudicar a Ecolo Córdoba el uso de la Plaza de la Corredera para el día 20 de mayo de 19 a 24 horas. Dicha adjudicación decía textualmente: “Se podrá utilizar el escenario instalado sin que se pueda desmontar el mismo”. Por eso, el partido de la Red Equo ha exigido a la Junta Electoral que exija al Ayuntamiento de Córdoba que vuelva a montar el escenario e imponga la sanción que proceda.

Para Ecolo Córdoba el desmontaje del escenario atenta contra el pluralismo político por cuanto supone un importante perjuicio para una formación política que, sin los recursos económicos de los grandes partidos, ha pretendido mejorar el debate político durante toda la campaña.

Somos gente. Somos diferentes.

martes, 10 de mayo de 2011

Esto ya está lleno; aunque por otra parte, casi vacío

Sí, “esto” es el mundo, y está lleno porque lo que nos parecía inmenso e inabarcable, se ha terminado por quedar pequeño como consecuencia del nivel de explotación y ocupación que la humanidad lleva practicando en los últimos siglos. Se podría decir que cada kilómetro cuadrado de este planeta ha sido ya explorado, explotado o explanado, o lo será en breve, pues seguramente que figura desde hace tiempo en alguna cuenta económica de una gran multinacional, en el apartado de previsiones de inversión.

Todo el planeta es mercancía. Lo que en un primer momento fue ansia de exploración y conocimiento ha ido mudando hacia un abyecto interés por la obtención de máximos beneficios. Toma el dinero y corre parece ser el lema de este sistema. No se piensa para nada en el futuro. No me refiero a un futuro lejano, sino mismamente al de la próxima generación, al de nuestros hijos.

Por otra parte, como afirmo en el título, el mundo comienza a estar vacío por esa misma razón. Porque viéndolo como lo ven tal que una mercancía, cada vez queda menos jugo que exprimir. El enorme crecimiento del último siglo (también de los anteriores, pero a menor escala) se ha sustentado sobre la explotación del que pareció inacabable recurso de las energías fósiles: carbón, petroleo y gas natural. Se formaron durante millones de años, pero estamos terminando con ellas en un par de siglos. Ya hemos alcanzado, o estamos a punto de hacerlo, el llamado peak oil. A partir de ahí todo va a ser diferente. Se acabó la energía barata.  ¿Cómo vamos a mantener en marcha esta alocada máquina que corre cada vez a mayor velocidad? ¿de dónde sacaremos más madera para la locomotora?

Pero no sólo estamos acabando con la energía. También con los recursos del mar, con los suelos fértiles, con el agua limpia, con los recursos mineros, calentando la atmósfera, etc, etc, etc. Algunos no quieren verlo, pero ESTO, SENCILLAMENTE, NO PUEDE SEGUIR ASÍ.

Yo soy bastante torpe para explicar todo esto, pero lo podéis encontrar muy claramente explicado en el último libro del desgraciadamente fallecido hoy mismo, Ramón Fernández Durán, y para el que me gustaría sirviera esta entrada de homenaje. 


Ramón Fernández Durán ha sido y será por siempre, un referente indiscutible del movimiento ecologista en España y uno de los autores y analistas más prolíficos en ese mismo terreno. Durante estas últimas semanas se había puesto en marcha una campaña de actos dedicados a su persona y a su obra a lo largo y ancho de todo el territorio. El acto consiste en la presentación de sus últimas publicaciones. Mañana se celebrará un acto aquí en Córdoba.

Os emplazo a leer: “El antropoceno. La expansión del capitalismo global choca con la biosfera”. Su tesis es que se ha producido una mutación histórica de tal magnitud que es acertado hablar ya del comienzo de una nueva era geológica: el antropoceno. “El Antropoceno sería una nueva época de la Tierra, consecuencia del despliegue del sistema urbano-agro-industrial a escala global, que se da junto con un incremento poblacional mundial sin parangón histórico. Todo ello ha actuado como una auténtica fuerza geológica con fuertes implicaciones ambientales”.

Este librito, de 57 páginas, está disponible bajo licencia Creative Commons en esta dirección: www.viruseditorial.net/pdf/el%20antropoceno.pdf. Recomiendo vivamente su lectura.

La conferencia homenaje a Ramón Fernández Durán tendrá lugar mañana miércoles 11 de mayo a las 20'00 h. en la Facultad de Ciencias del Trabajo. Os invito a acudir.


Nos vemos el miércoles. Salud y camino.

martes, 26 de abril de 2011

A 25 años de Chernobyl, y mes y medio de Fukushima

25 años después del accidente de Chernóbil, y mes y medio después del maremoto y posteriores accidentes de Fukushima, parece pertinente recordar el sueño de Akira Kurosawa del año 1990 titulado "El Monte Fuji en Rojo".

Ese sueño se ha convertido ya en la pesadilla de Japón, y quizás de todo el mundo.



La explosión de Chernobil de hace 25 años provocó la mayor catástrofe en la historia de la explotación civil de la energía nuclear. 31 personas murieron en el momento del accidente, alrededor de 135.000 personas tuvieron que ser evacuadas de los 155.000 km² afectados, permaneciendo extensas áreas deshabitadas al realizarse la relocalización posterior de otras 215.000 personas.

Un gran territorio de Bielorrusia, Rusia y Ucrania ha sido declarado zona de exclusión por mucho tiempo. La radiactividad afectará a las poblaciones locales durante varias generaciones, y no se extinguirá definitivamente hasta dentro de 300.000 años.

En Japón, el accidente de Fukushima, ha dado lugar por ahora a una zona de exclusión de 30 kms de radio. En este caso se trata de un territorio densamente poblado, al contrario que en la región Chernobyl.

Poco a poco, pero continuadamente, regiones del planeta van muriendo a consecuencia de nuestros actos.

Si queremos que haya futuro, enterremos definitivamente la energía nuclear.

lunes, 18 de abril de 2011

Pájaro que ensucia su propio nido

Garret Hardin
En mis lecturas de este pasado fin de semana me he encontrado con dos versiones muy parecidas de esta expresión. Esta circunstancia me hizo anotarlas mentalmente y motivarme a escribir sobre ello. La verdad es que a pesar de su cercanía lingüistica, eran utilizadas con un significado muy diferente.

La primera vez fue el sábado, leyendo el último tomo de las Obras Completas de Juan Goytisolo que acaba de sacar Círculo de Lectores - Galaxia Gutemberg. En este libro, un capítulo es titulado exactamente así por el autor: "Pájaro que ensucia su propio nido".

En la introducción a este capítulo, donde se explica el origen de cada uno de los textos que lo componen, reconoce Goytisolo haber tomado esta expresión de su uso en alemán. En su caso la descubrió en una conversación con Gunter Grass, siendo así que él la utilizó después para referirse al autor alemán en la presentación de su obra: "Es cuento largo".

Según parece, se utiliza en Alemania y Austria la expresión "Nestbeschmutzer" (un pájaro que ensucia su propio nido) para referirse a escritores o intelectuales que ensucian "su nido" escribiendo contra el discurso y la cultura oficial de su país, y sobre todo, parece, cuando se empeñan en seguir destapando los rastros nazis en su historia.

La segunda ocasión en que me topé con esta expresión fue leyendo por internet, en la indolente tarde de domingo (una de esas lecturas que sabes donde empiezan pero nunca donde terminarán), un artículo del año 1968. Sí, a veces se descubren verdaderos tesoros por casualidad.

El artículo en cuestión se titulaba en su original en inglés "The Tragedy of Commons" (La tragedia de los comunes), y fue publicado en la revista Science. Luego he visto que es considerado, muy acertadamente, un "texto seminal", esto es, un artículo de tesis que enciende la mecha de un debate riquísimo y prolongado, y que por lo que a mí respecta, llega hasta nuestros días.

En este artículo se habla del hombre, como veréis, con un significado completamente distinto al de Goytisolo, como de un pájaro que vive ensuciando su propio nido. La tragedia del género humano, dice Garrett Hardin el autor, es que siempre ha encontrado más rentable explotar al máximo los recursos comunes y despreocuparse al mismo tiempo de los desechos generados expulsándolos de nuevo al común, que asunmir los costes de dejar todo como estaba después de utilizarlo. Los bosques, los océanos, la atmósfera, han sido tratados como basureros mientras no ha habido un poder público y una legislación que impusiera prohibiciones, compensaciones, restauraciones, etc.

Lo que ha hecho el hombre hasta ahora es producir los bienes explotando sin control los recursos, para luego desprenderse de los desechos tirándolos fuera del nido. O eso creía, porque lo cierto es que no hay más nido que la Tierra, y que los desechos contaminantes que llevamos tirando desde hace muchos años por la borda sólo están debajo de nuestra alfombra. A algunos les gustaría pensar que los bidones radiactivos que se tiraron al océano atlántico hasta comienzos de los años ochenta han desaparecido, pero ahí siguen, debajo de la alfombra; algún día nos darán un susto.

Lo que antes resultaba inconmensurable, ahora es bien finito. Ni el planeta tiene recursos inagotables, ni existe la trampilla que accionar para deshacernos de lo que no queremos.

Tengo que decir que me gusta ser un pájaro que ensucia su propio nido cuando voceo esta verdad a los cuatro vientos ensuciando la conciencia de los que no la quisieran oir. Y también tengo que decir que tendríamos que dejar de actuar como pájaros que ensucian su propio nido cuando lo que estamos haciendo es cavar nuestra propia fosa como especie.

martes, 12 de abril de 2011

Hoy hace 80 años: un gran cambio

Hoy hace exactamente 80 años que se celebraron en España unas elecciones municipales. Tras ellas, y debido al abrumador resultado contrario al régimen borbónico, el almirante Aznar, último presidente de gobierno de la monarquía, presentó su dimisión. Dos días después, el martes 14 de abril, sería proclamada la II República Española, marchándose al exilio el rey Alfonos XIII esa misma noche.

Esta Segunda República Española, como también ocurriera en su momento con la Primera, instaurada allá por el año 1873 (varios años después de la revolución del 68 conocida como "La Gloriosa"), traería un fresco e intenso aire de libertad a la sociedad española, y con este aire, una nueva concepción del orden político basada en los siguientes principios:
- Sufragio universal, ahora sí, incluyendo a las mujeres
- Eliminación de los privilegios de clase y atenuación de las diferencias sociales (Reforma Agraria incluída).
- Elevada confianza en el valor de la Cultura y de la Enseñanza Pública, y una fuerta apuesta por su extensión universal.
- Radical separación entre la Iglesia y el Estado, y laicización de la vida intelectual y moral.
- Aumento del peso específico de los Ayuntamientos en la estructura del Estado; acercamiento de la gestión política a la ciudadanía.
- Democratización, en general, de la vida pública.

Dentro de algo más de un mes, se celebrarán otras selecciones municipales en este país. No creo que pueda llegar a tanto el resultado de estas elecciones como para cambiar el régimen actual, pero sí que espero que pueda convertirse en el inicio de un cambio importante, de hecho imprescindible, que debe producirse, otra vez, en la sociedasd española.

Es necesario un nuevo regeneracionismo levantado sobre una reconstruída confianza de la ciudadanía en lo político. Actualmente, y debido a la desfachatez y corrupción de la mayor parte de la clase política, esta confianza no existe. Es cierto que la política trata de los problemas de las personas y de las posibilidades de mejorar y de cambiar las cosas que les afectan, pero no es eso lo que perciben la mayoría de los ciudadanos. De hecho, como yo mismo apuntaba en una entrada anterior en este blog, la imagen que se tiene de los políticos difícilmente puede ser más negativa.

Para que se produzca esa regeneración de la vida política hace falta que nuevas personas con nuevas ideas comiencen a practicar una nueva política, política que se ha de basar en la cercanía, en la democratización, en la transparencia, en la equidad y en la renuncia a una profesionalización eterna. Nuevas personas que aborden la búsqueda de la respuesta adecuada desde la gestión política a los importantísimos problemas que realmente están afectando a la ciudadanía y a sus expectativas de un futuro posible, y que vienen provocados por la crisis global, esto es, por la crisis económica, social y ecológica del sistema.

¿Cuantos de vosotros habéis dejado de participar en las elecciones porque las considerais inútiles para cambiar realmente vuestra vida? Bastantes, lo sé. Os propongo volver a creer en que es posible cambiar las cosas. Sólo es necesario ponerse a hacerlo.

El próximo 22 de mayo es la fecha. Si decidís participar en la elección de los concejales, acordaos de que no se trata de elegir a los menos malos, se trata de creer que es posible empezar a cambiar la política. Acordaos también de que no se trata sólo de una papeleta, se trata de un proyecto que pide nuestra implicación.

En definitiva, el domingo 22 de mayo, acordaos de que el camino se hace comenzando a andar.

Salud y República (la 3ª).

Himno de Riego

domingo, 3 de abril de 2011

La elección radical

Practicando la navegación distraída por este inmenso océano virtual que es internet, me he encontrado con un texto de Peter Singer que me ha despertado bastante interés. Se trata de un fragmento de su obra "Ética para vivir mejor" (obra del año 1995 en su edición española); en concreto del capítulo 1 titulado: "La elección radical".

Reproduzco aquí parte de este texto:

(...) La mayoría de las elecciones que hacemos en nuestra vida cotidiana son restringidas, en el sentido de que se realizan desde el interior de un marco o conjunto de valores. Dado que deseo mantenerme razonablemente en forma, elijo salir a pasear antes que quedarme recostado en el sofá con una lata de cerveza, viendo la televisión. Puesto que usted desea hacer algo para ayudar a la conservación de los bosques tropicales, se une a una organización dedicada a concienciar al público acerca de la continua destrucción de los bosques. Otra persona desea hacer una carrera bien retribuida e interesante, así que estudia Derecho. En cada una de estas elecciones, los valores fundamentales se dan por sentados y la elección consiste en encontrar los mejores medios de lograrlos.

En cambio, en las elecciones radicales son los propios valores fundamentales los que están en juego. Ya no elegimos dentro de un marco que presupone que sólo buscamos potenciar al máximo nuestros intereses, ni dentro de un marco que da por sentado que haremos lo que consideremos éticamente mejor. Al contrario, lo que hacemos es elegir entre posibles formas de vida: aquella en la que el interés propio ocupa el primer lugar, o aquella en que la ética es lo más importante, o quizá optamos por un compromiso entre ambas.

Considero la ética y el propio interés como dos enfoques antagónicos porque, a mi modo de ver, son los contendientes más fuertes.(...)"

Creo que más a menudo de lo que pensamos (de hecho pensamos como lo hacenos porque nos tranquiliza) realizamos elecciones que podríamos llamar radicales. Y es que casi cualquier cosa que hacemos tiene connotaciones que afectan al todo, ya que a estas alturas resulta más que evidente que todo esta interrelacionado.

Cuando escogemos por ejemplo ir en coche al trabajo (frecuentemente a una distancia que podríamos hacer a pié o en bicicleta, o tomando un medio de transporte público), estamos optando por mantener un nivel de consumo y de ocupación de espacio que sabemos destruye poco a poco nuestro hábitat.

Cuando escogemos ir a comprar a una gran superficie en lugar de a una pequeña tienda en nuestro barrio; cuando escogemos adquirir los productos de más bajo precio sin importarnos o conmovernos por la forma en que han sido producidos o importados; cuando escogemos comprar objetos o servicios que sabemos son producidos mediante procesos contaminantes; cuando compramos productos desechables en lugar de sus equivalentes reutilizables (claro está, con un leve esfuerzo por nuestra parte) porque nos resulta más cómodo y porque podemos permitírnoslo; o cuando metemos nuestros ahorros en el banco que nos asegura un poco más de interés, sin importarnos qué oscuras operaciones vayan a realizar con nuestro dinero; cuando escogemos hacer cada una de esas cosas, estamos escogiendo mantener el status-quo, el actual sistema de producción, destrucción y consumo.

No vale hacer como que no lo sabemos.

No digo que debamos ir mirando al suelo para no destruir con nuestra pisada la vida de ninguna hormiga. No soy tan purista. Pero sí digo que debemos pensar en las connotaciones e implicaciones de todo lo que escogemos hacer.

En otro orden de cosas, y es a lo que quería llegar, está cada vez más cercano el momento en el que tendremos que realizar otra más (ésta sí, muy clara) elección radical. Será la de escoger la opción política que queremos gobierne nuestra ciudad durante los siguientes cuatro años.

Quiero hacer reflexionar a los que piensan que esta elección apenas importa. Porque aunque a muchos les gusta pensar y gritar a los cuatro vientos que "todos son iguales", no es ni mucho menos cierto. Porque en relación a los políticos: los hay terribles, los hay muy malos, los hay malos y menos malos, y los hay buenos o muy buenos. Ahora no he podido dejar de acordarme de la famosa frase de Bertold Brecht sobre los imprescindibles.

No es lo mismo que durante los próximos cuatro años nos gobierne en Córdoba el señor Rafael Gómez, alias Sandokán, lo cual sería terrible, o que nos gobierne el PP, el PSOE o IU, lo cual seria muy malo, malo o menos malo. No, no es lo mismo.

Y porque no es lo mismo quien nos gobierne, un grupo de personas, con ilusión creciente y gran ánimo, nos hemos propuesto empezar a cambiar las cosas desde el ayuntamiento de Córdoba.

Estoy hablando, como ya la mayoría habrá imaginado, de ECOLO CÓRDOBA.



Porque en ECOLO creemos:
  • en la transformación ecológica de la economía.
  • en la transformación sostenible del territorio.
  • en la equidad social y los derechos para tod@s.
  • en la Participación, en la Transparencia y en la Ética.
En breve enlazaré aquí mismo el Progrma Electoral que Ecolo Córdoba aprobó en asamblea el pasado 12 de marzo.

Perdonad que el blog aparentemente se haya politizado (¿no hacemos política siempre en realidad?), pero he tenido que escoger entre lo que hacer o dejar de hacer, y es lo que he hecho.

sábado, 2 de abril de 2011

El efecto llamada de las imágenes

Estos de Blogger (Google) no acaban nunca de inventar.
He descubierto que recién han implementado unas nuevas opciones para visionar el contenido de los blogs.
Puede ser un juego, pero también puede hacer más rápida e intuitiva la visita a los contenidos del blog a través del efecto llamada de las imágenes.

Este es el aspecto de este blog usando la opción flipcard (para flipar).


En el futuro intentaré cuidar aún más este efecto de las imágenes que utilice.

lunes, 21 de marzo de 2011

¿Intervención en Libia?


  1. El asunto es importante y apasiona; no cabe duda. De hecho, "la progresía" de este país anda desunida: mientras PSOE, Esquerra Repúblicana de Cataluña, e incluso Iniciativa per Catalunya Verds, están a favor de la intervención, Izquierda Unida y el Bloque Nacionalista Galego están en contra.
  2. La cuestión de la intervención militar en Libia es de las más complejas que se le pueden plantear a un defensor de la paz, de los derechos humanos, de la democracia y de esas mil cosas más que compartimos los hombres y mujeres de bien. Es compleja porque debajo, como a menudo en tantas otras cuestiones de ética difícil, lo que subyace es el conflicto entre los fines y los medios.
  3. Casi con total seguridad que la mayoría de los que leen este blog está de acuerdo en considerar a Gadafi un sátrapa y un dictador medio loco que está haciendo mucho daño a su pueblo. Por otra parte, tod@s sabemos también que ha llegado donde está, y sobre todo que ha permanecido ahí, por el apoyo y el beneplácito de los países occidentales mientras esa ha sido la mejor opción para sus intereses.
  4. Hay otros muchos países en situaciones parecidas a la de la actual Libia donde occidente no se está planteando de ninguna manera la intervención. Sin ir muy lejos, Yemen y Bahrein por ejemplo. ¿Por qué occidente no limpia de sátrapas estos países? Sin duda que hay espúreos intereses tras esta elección.
  5. Parece que la "rebelión del pueblo libio" carece de algunas cualidades de las que sí han gozado otras rebeliones como la de Túnez o Egipto. En Libia hay una importante disputa entre tribus. Detrás de los levantamientos de la región de Bengasi no ha habido sólo ciudadanos desarmados unidos por facebook: hay armas.
  6. Una cuestión radicalmente diferente en el caso de Libia respecto a otras intervenciones de occidente en el mundo árabe (singularmente, la invasión de Irak), es la existencia ahora de una resolución de la ONU que autoriza a intervenir en nombre de la defensa y seguridad de la población civil frente a las barbaridades cometidas por Gadafi contra su pueblo. ¿Cómo se puede tildar un bombardeo desde aviones de una manifestación civil?
  7. La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU mencionada excluye expresamente la intervención terrestre en cualquier parte de Libia, aunque ¿cómo sabemos lo que terminará ocurriendo?
  8. Libia tiene mucho petróleo. ¿No estará influyendo eso del pico de petróleo en este asunto? (pregunta retórica, como véis)

En fin, insisto, la cuestión es muy compleja.

Yo, particularmente:
- no quiero que Gadafi siga masacrando a su pueblo, o a parte de él
- no quiero que los países occidentales utilicen esta crisis para su propio interés
- no quiero que se acuda a la guerra como instrumento de resolución de conflictos

Por todo ello, me posiciono a favor de la resolución de la ONU y eso quiere decir apoyar el bloqueo del espacio aéreo para impedir las acciones del ejército de Gadafi, pero estoy totalmente en contra de cualquier otra acción militar de los países occidentales de tipo ofensivo, como parece que se han empezado a producir.

Estoy seguro de que en relación a este tema tan espinoso, muchos de vosotros tendréis vuestra propia y diferente opinión. Me gustaría que la compartierais conmigo y con los que esto leen.



PD: añadido posterior.

Equo ha emitido un comunicado sobre la intervención en Libia que comparto y enlazo desde aquí.
 

domingo, 13 de marzo de 2011

Seamos modernos, de nuevo

Sí, seamos modernos. Construyamos una nueva modernidad. Demos carpetazo definitivo a los valores y esquemas mentales reinantes durante estos últimos 30 años en la cultura occidental.

La postmodernidad tuvo su aquel. Resultó molona para muchos. Después de los idealistas y radicales años 60 y 70 del siglo XX, y tras el desencanto de los 80, una mayoría de la población se instaló en una cómoda postmodernidad vacía de contenido pero llena de autocomplacencia.

Fue algo que ocurrió en todo el mundo, pero en España, mucha culpa de ello la tendrían las prácticas del gobierno de Felipe González, que asentado sobre un pernicioso pragmatismo abriría las puertas a la cultura del pelotazo en un primer momento, y a una corrupción relativamente generalizada acto seguido. Corrupción, que para nuestro lamento, sólo ha ido in crescendo desde entonces.

Modernos y postmodernos
Yo nunca me sentí cómodo en esa cultura del desencanto, en aquella falta de valores. Ni siquiera me gustó, lo confieso, ni la movida madrileña y su música, ni aquella estética de tachuelas, hombreras y pelos tiesos. Y no sólo porque yo ya hubiera empezado, por aquel entonces, a perder los míos.

Insconcientemente por mi parte, entonces, aquellos años ochenta no fueron de mi agrado. Luego me he ido haciendo consciente de por qué. Se había extendido entre las gentes de izquierda una duda identitaria relativa a la idea de progreso. Tras la caída del muro de Berlín, un batacazo definitivo se produjo entre los que siempre habían soñado con una sociedad justa y alternativa al capitalismo. El mensaje que caló entre los jóvenes desde entonces es: si no hay mejor futuro, disfrutemos del presente.

Pero el progreso es posible. Por supuesto, no me estoy refiriendo a ninguna clase de crecimiento, ni siquiera a ningún “desarrollo sostenible” que valga (dificilmente encontraremos otro concepto tan prostituido por un uso intencionado e interesado como este).

Diversos factores nos han llevado a tomar conciencia de esa imposibilidad:
  • la globalización. No es posible materialmente que toda la población del planeta pueda vivir manteniendo el nivel de vida de los países occidentales.
  • la crisis energética. Estamos a punto de alcanzar el pico del petróleo; eso quiere decir que se acabó la energía barata y todo el sistema de consumo y movilidad sustentado sobre ella.
  • la finitud del planeta. La Tierra siempre nos pareció grande (aunque al día de hoy ya no tanto), pero lo cierto es que tiene un tamaño determinado: no es infinita. Los recursos, por tanto, tienen un límite.

El progreso pues, no puede ser entendido de ahora en adelante como crecimiento material, como disfrute de más objetos, de más productos, de más lujos. El progreso existe, pero pasa por alcanzar un nuevo equilibrio con la naturaleza y con nosotros mismos.

Pasa por una nueva cultura económica sustentada sobre la posibilidad, real, de vivir mejor con menos.

Y pasa, sobre todo, por la necesidad de una nueva cultura política levantada sobre los valores de la ética, la equidad, la justicia y la solidaridad.

Esa ha de ser la nueva modernidad

De todos depende construir un mundo mejor
PD: se puede acudir a la Wikipedia para saber que son la modernidad y la postmodernidad


sábado, 5 de marzo de 2011

Lo público y lo privado; la Privacidad y el Estado

Ya sabéis de mi aficción a los opuestos, de mi tendencia a percibir la dualidad de las cosas o a intentar ver ambas caras de la moneda. No en vano varias entradas en este blog han adoptado en su titulo la forma de una confrontación de términos. Ejemplos de ello son: “Lacicidad versus laicismo”, “¿Más Ciencias o más Letras?", “Cultura y Mercado”, o “Tierra: amor sacro y amor profano” (una de las más antiguas). Y hay más.

El caso es que este juego de oposiciones tiene distinto objetivo en cada caso. Lo que pretendo hoy es demostrar que lo público y lo privado no son enemigos sino necesarios constituyentes ambos de una vida en libertad.

He leído recientemente el libro del sociólogo alemán Wolfgang Sofsky titulado “Defensa de lo privado” y convengo con él en que la privacidad es el fundamento de la libertad personal. Sin espacio privado no puede haber libertad. Qué estaríamos defendiendo cuando defendemos la libertad sino el derecho a ser distintos en nuestra individualidad, el derecho a “nuestro espacio de libertad”, a nuestra privacidad. Esto incluye el derecho a organizar nuestra vida según nuestros propios deseos, hábitos, creencias, y a hacerlo hasta dónde no topemos con el derecho de los otros.

Sin embargo no estoy nada de acuerdo con él cuando se posiciona contra el Estado como agresor por antonomasia de la libertad de los individuos. No opino lo mismo. Si bien efectivamente el Estado fue durante muchos siglos el máximo enemigo de la libertad, creo que al día de hoy es un necesario garante de la libertad del individuo frente a otro agresor mucho más peligroso: el Capital.

Por ejemplo, cuando se habla de la libertad de mercado, de la libertad de iniciativa privada como mejor ley de organización colectiva, lo que se está en realidad defendiendo es la libertad del capital frente a la libertad del individuo. Cuando se afirma, en la línea del liberalismo de Adam Smith y los modernos secuaces del neoliberalismo como Milton Friedman, que el interés propio, es decir el egoismo, en interacción y pugna con el interés de los otros, es el mejor medio de alcanzar el equilibrio social, lo que se está defendiendo no es otra cosa que una ley del más fuerte.

Revestido y amparado tras su sacrosanta libertad de empresa, el neoliberalismo pretende la desaparición del Estado como principal obstáculo al supuesto equilibrio propio que alcanzaría la sociedad capitalista. Pero ese equilibrio no es otro que el de la máxima concentración en manos de unos pocos. Esto ya quedó escrito hace ahora 150 años.

La libertad del individuo que defiende el liberalismo no es otra que la libertad del capital para obtener el máximo beneficio. Esto se hace a costa y contra la persona, pisoteando y destruyendo cualesquiera derechos, incluídos el derecho a la vida, a la salud, al trabajo, a la vivienda, a un medioambiente sano, y un largo etc. Porque el capital, mirando sólo su propio beneficio, incapaz incluso de preveer su deriva, destruye y esquilma todo lo que sustenta la vida sobre la Tierra, y se encamina, y nos encamina, a la destrucción.

Frente a ello, el estado y lo público, controlando y poniendo coto al capital, se convierten en el único garante de la igualdad real de las personas. Es cierto que el estado puede ser, y de hecho ha sido tradicionalmente, opresor del individuo e invasor de su privacidad. Aún más lo puede ser, y lo es en cierto modo al día de hoy, debido a los instrumentos de información y de control, tecnológicos y culturales, de que dispone. La clave está en la construcción de un verdadero Estado Democrático basado en la participación, en la equidad, en la justicia y en la ética. Un estado dotado de los necesarios instrumentos de control; y ahora me estoy refiriendo a instrumentos de control por parte de la ciudadanía. Un estado que garantice la igualdad de oportunidades, que promueva el acceso a la educación de todos (no sólo de los que tienen medios), que proteja el bien común frente a la usurpación privada.

Porque creo en todo ello, es por lo que desde siempre: he sido muy celoso de mi privacidad, he reclamado constantemente mi derecho a ser diferente, me he opuesto y he luchado contra el gregarismo, contra los instrumentos de control del estado, etc, etc.

Pero también, por ello mismo: me he agrupado para conquistar mayores espacios de libertad y me he asociado con quienes defienden el bien común; léase: los caminos públicos, un medio ambiente sano, un espacio habitable en mi ciudad, una movilidad sostenible, etc, etc.

Y para alcanzar o defender todo eso en lo que creo, es por lo que al día de hoy, considero imprescindible que nuevos hombres y mujeres con los que comparto estas mismas ideas, contribuyan a limpiar la política.

Empezaremos dentro de un par de meses por lo local, metiendo nuestra cabeza en el Ayuntamiento, a través de ECOLO-Córdoba.

sábado, 19 de febrero de 2011

La bicicleta en Córdoba. Su futuro

Futuro incierto  (foto R.Morrison)
Es una pena ver pasar el tiempo y comprobar cómo esta ciudad no se decide a emprender una decidida acción en favor de la bicicleta como medio de transporte. Hasta ahora ha reinado, hay que reconocerlo, la mucha palabrería y muy poca concreción.

Fue hace prácticamente 15 años, corría el mes de diciembre del año 96, cuando este ayuntamiento, o más bien el entonces concejal de Los Verdes (ya escindidos de IU) Pepe Larios, presentó un proyecto a la Unión Europea para la construcción de los primeros carriles bici en Córdoba.

Las cosas de la política hicieron que el dinero concedido a nuestro ayuntamiento para ello (programa POMAL de los fondos FEDER) fuera gestionado a la postre por el Partido Popular, que gobernaría esta ciudad entre los años 1997 y 2003. En concreto quien lo hizo fue su concejal Julio Berbel, que después de haber sido el responsable de un Área de bastante mayor responsabilidad como era la Hacienda municipal, “fue relegado” a la siempre menos importante Área de Medio Ambiente.

Y fue él quién, extrañamente, sacara adelante dos acciones muy importantes para la bicicleta en Córdoba: la aprobación en pleno del Plan Director de la Bicicleta de Córdoba (con la oposición de Izquierda Unida) y la construcción del complejo Carril-bici Eje Norte Sur (desde el puente San Rafael hasta la Avda. de América).

Posteriormente, con la vuelta de Izquierda Unida al gobierno municipal, la bicicleta languideció de nuevo en Córdoba. La verdad, todo hay que decirlo, es que esto se debió principalmente al bloqueo que la anterior “alcadiosa” Rosa Aguilar estableció sobre las políticas de movilidad sostenible.

R. Aguilar. Rally Trassiera Sept. de 2003
Todos sabemos de su gusto por las grandes infraestructuras, y de su pasión por las motos (no tenía ningún reparo en dejarse fotografiar con motoristas de parafernalia y tatuajes fascistas) y por los coches de carreras (famosa ya su foto con casco dentro de un coche de competición en el rally de Sierra Morena).

Quien la ha visto y quien la ve; ahora es Ministra de Medio Ambiente.

El caso es que Córdoba, después de haber sido una de las primeras ciudades en España en plantearse la promoción de la bicicleta como medio de transporte, está acabando en el furgón de cola del cambio hacia una movilidad urbana sostenible. Insuficientes han resultado hasta ahora los buenos propósitos que el actual concejal de Medio Ambiente Curro Cobos está desarrollando en los últimos tiempos en su favor; en concreto, desde que pudo hacer algo después que la rosa “se marchitó a Sevilla”.

Algunos datos para la comparación: 
  • Mientras en Zaragoza hay en la actualidad, una red para el préstamo de bicicletas urbanas que cuenta con 100 estaciones y 1.000 bicicletas que utilizan 29.000 ciudadanos (en breve se ampliarán con otras 30 estaciones que permitirán dar servicio a 10.000 abonados más de los 20.000 en espera), en Córdoba tenemos la miserable cantidad de 36 bicicletas y 4 estaciones de anclaje. Es decir, aproximadamente una relación 30 veces inferior, cuando la población es si acaso la mitad.
  • Mientras en Sevilla se construyó en apenas un par de años una muy completa red de carriles bici que abarca toda la ciudad, aquí llevamos 15 años y sólo hemos logrado la deshilachada red que tenemos, cuya mayor extensión en los últimos tiempos se está produciendo gracias a los carriles bici que construyen las promotoras de los nuevos espacios urbanos (por la obligación que fijó el Plan General de Ordenación Urbana), a los que sólo habría que sumar algún carril bici suelto como el de la avda. Linneo (Jardín Botánico y Parque Zoológico) y la intervención que se realizó para proteger el, en un primer momento completamente inútil, carril-bici de la avda. Agrupación Córdoba (antiguo Hospital Militar)
  • Mientras en San Sebastián están trabajando ya sobre un Plan de Movilidad que se marca entre otros objetivos alcanzar para el 2016 una proporción de viajes en bicicleta superior al 35%, ¿cuáles son los objetivos que tenemos aquí en Córdoba? ¿qué queremos para nuestra ciudad?
Creo que se hace imprescindible la entrada en el ayuntamiento de nuevas personas con ideas claras sobre cuáles son las políticas más apropiadas a desarrollar para alcanzar lo antes posible un modelo de movilidad urbana sostenible.

La bicicleta necesita de personas que crean en ella. Mejor aún si se mueven en ella.