lunes, 15 de octubre de 2007

Primera nota en mi "Cuaderno del Sur"

Soy Juanmazur y este va a ser mi cuaderno de notas.

He llamado a este cuaderno "Cuaderno del Sur" aunque soy consciente de que siempre habrá un sur más al sur que el mío. Sirva como declaración de que ésta es una forma de solidarizarme con todos los sures del mundo.

Este blog ha sido creado como una práctica dentro de un curso denominado "Diseño de sitio web para Bibliotecas Virtuales".

Lo inauguro con una pequeña nota sobre una obra recientemete leída (y comentada en uno de los clubes de lectura que se desarrollan en la biblioteca donde trabajo y en el que participo; para más datos la Red de Bibliotecas Municipales de Córdoba: http://www.biblioteca.cordoba.es/). Se trata de "El niño del pijama de rayas". Esta es una obra que ha tenido, al parecer, un gran éxito en el mundo anglosajón. Su autor: el joven autor irlandés John Boyne.

Mi comentario no es del todo laudatorio. Quizás es que la he leído un tanto "engañado". Esto suele ocurrir cuando has tenido sólo buenas noticias y comentarios positivos de una creación. Creo que no pasa de ser una buena obra para un público juvenil, pero que a mí se me ha quedado bastante corta. De lectura fácil y rápida, no le he encontrado grandes valores literarios.

Al comentar esta obra alguien se ha acordado de la película "La vida es bella" de
Roberto Benigni quizás por la presencia en ambas de un niño símbolo de la inocencia, pero a mi parecer aquélla sí fue una obra maestra mientras ésta no llega ni mucho menos a su altura.

Hay muchas inconsistencias en el libro, empezando por la supuesta inocencia y desconocimiento de la realidad de los campos de concentración nazis por parte de un niño de 9 años. A esa edad, desgracidamente, todos los niños alemanes habían sido ya aleccionados en el odio hacia los judíos y en la idea de la superioridad de la raza aria.

Otro detalle muy falto de rigor es el hecho de que el hijo del comandante del campo de concentración se pudiera haber metido por debajo de la alambrada para acabar dentro del campo con los demás reclusos.

En fin, es más bien una fábula, un cuento, que creo sí puede resultar atractivo y provechoso a chavales de hasta 14 años. A los demás, al menos es mi caso, no nos puede llenar.