jueves, 18 de diciembre de 2008

Si todos fueramos un poco Jesús Neira ...

Seguramente recordaréis a Jesús Neira. Él es el profesor que, para su desgracia, se hizo famoso este verano pasado por intervenir en defensa de una mujer que estaba sufriendo la agresión de su propia pareja. Por cierto, ¡hasta dónde no llegará el miedo y la dependencia de las mujeres maltratadas, que esta misma señora, en declaraciones a la policía, no sólo no agradeció la acción de “su defensor”, sino que excusó y amparó a su maltratador!.

Desde unos días después de aquel fatídico 2 de agosto de 2008, Jesús Neira ha estado luchando entre la vida y la muerte por los golpes brutales que recibió del agresor. Si bien ha logrado salir del estado de coma en que se encontraba, ningún médico se atreve a predecir con total seguridad cual va a ser su evolución futura.

Pues bien, Jesús Neira ha vuelto a ser noticia estos días por haber recibido otro premio. Si hace poco le fue otorgado uno de los premios Protagonistas 2008, en concreto el concedido a los “Valores Humanos”, ahora acaba de recibir la medalla de oro de la Universidad Camilo José Cela, de la que es profesor docente.

Quiero yo aquí modestamente mostrar mi reconocimiento y hacer un homenaje hacia este hombre, al que, por otra parte, no creo que debamos considerar un héroe. No, Jesús Neira no es un héroe si es que al ensalzarlo de esa manera lo que queremos es dejar claro que ha hecho algo extraordinario, algo fuera de lo usual, algo que no tenemos por qué hacer ninguno de nosotros.

No, repito, Jesús Neira no es un héroe: lo que es, es todo un hombre. Porque ser hombre es ser parte constitutiva de la sociedad a la que pertenecemos. Porque ser hombre, por tanto, es estar afectado por todo lo que pasa a nuestro alrededor. Porque ser hombre es ser responsable tanto por lo que hacemos como por lo que dejamos de hacer, y porque no podemos mirar hacia otro lado (cuando ocurren cosas como las que pasaron delante de Neira) sin que mediante ese acto elusivo nuestra conciencia se llene de mierda.

Salud Jesús Neira. Vive para contarnos, vive para demostrarnos, que es posible un mundo mejor.

5 comentarios:

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  2. Pienso que cuando Jesús Neira defendió a esta mujer de los golpes de aquel individuo actuó de acuerdo con lo que su conciencia le decía que era ético, y esto por encima del miedo que probablemente sintió al hacerlo por las posibles consecuencias que podrían derivarse y que, de hecho, se materializaron.
    Y esto es lo que marca la diferencia. para gran parte de las personas, para la mayoría, el instinto de conservación propio supera,con creces, al "instinto de conservación de la especie", en otras palabras, el miedo pesa más que la indignación por la injusticia. Y así nos va,...
    Otras veces no es el miedo, es la conservación o adquisición de un determinado status de poder o el disfrute de los llamados bienes de consumo lo que está por encima de lo que nosotros mismos consideramos ético.
    Grama

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  3. Sigo pensando, que como especie no tenemos valor que una ardilla.
    No obstante estoy de acuerdo que nuestra especie podría hacer un mundo más para todos si desarrollara más lo solidaridad. Es probable que la solidaridad vaya pareja con el desarrollo de la inteligencia. Para mí, una sociedad más solidaria es una sociedad más inteligente. Una sociedad más inteligente es una sociedad más justa que impide los abusos sobre las demás personas y sobre la naturaleza. Esto que expones sobre Jesús es un ejemplo de solidaridad. En una sociedad desarrollada, inteligente y solidaria, sería impensable que se dieran casos de abusos, violencia y maltrato como el que presenció Jesús.

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  4. Estoy de acuerdo contigo,Juanma, y me avergüenzo de no ser como Neira en situaciones así.

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  5. Normalmente una ética formada y un comportamiento lógico con la sociedad, como el de Neira, no van acompañados de fuerza y capacidad de defender la violencia in situ. Si no eres volento, dificilmente podrás parar a uno, así que no nos avergoncemos, a veces lo mejor es llamar a la policía Paco.

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