miércoles, 3 de diciembre de 2008

Discapacidad y Solidaridad.

La orilla de la vida, de Franck. 1er premio en el concurso de fotografía de la OMS: Imágenes de salud y discapacidad
Hoy se ha celebrado el Día Internacional de los Discapacitados. Esta jornada, promovida por la ONU, está destinada a hacer conocer "los problemas ligados a las incapacidades y a movilizar los apoyos en favor de la dignidad, los derechos y el bienestar de las personas discapacitadas".

Me enteré de la celebración de esta jornada mientras comía, viendo el Telediario. Los que me conocen saben que precisamente estos días soy yo también, de alguna forma, “un discapacitado”. Un accidente me ha provocado quemaduras de 2º grado en la mano derecha, que tengo actualmente casi inutilizada.

No pretendo trivializar el hecho de la discapacidad, ni mucho menos. Lo mío no es más que una tontería al lado de las verdaderas discapacidades, y las consecuentes barreras y dificultades que afrontan estas personas. Pero reconozco que mi estado me hizo escuchar con mucha atención y pensar con mayor sensibilidad sobre todo lo que rodea a las personas discapacitadas.

Hace unos días escribí aquí un comentario sobre “esos que tan poco tienen”. Eran un par de niños de Mozambique cuyas pertenencias no llenaban una esterilla.

Se podría decir que los discapacitados son igualmente personas que no tienen, o que tienen poco de algo, que sufren de una o unas carencias que les hacen enfrentarse al mundo con desventaja.

Creo que afortunadamente la especie humana se ha caracterizado por haber hecho de la solidaridad y del cuidado del clan su seña de identidad. Nunca un enfermo fue abandonado por su tribu. Más aún, en los tiempos actuales de tanta riqueza y desarrollo. El estado puede y debe asegurar que todas las personas con algún grado de discapacidad, sea este del tipo y nivel que sea, tengan aseguradas las condiciones mínimas para una vida digna.

Hacerlo así nos engrandeció como especie. Hacerlo de otra manera nos empobrecería como sociedad.


Galería de fotografías sobre la salud y la discapacidad


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En el mismo telediario supe de la última barbaridad de ETA. Soy ecologista, verde, y me posiciono en contra de algunas infraestructuras para el transporte, como en concreto las relacionadas con el tren de alta velocidad, pero no es el momento de explicar aquí ahora esas razones. Simplemente quiero decir que me aterra coincidir en algo con esos desalmados. Y nuestras razones son tan diferentes que estaremos siempre a lados distintos de la raya.

Pego aquí el breve comunicado emitido por Berdeak-Los Verdes:

A pesar de su rechazo al TAV, Berdeak-Los Verdes se declara avergonzado ante un acto injustificable y de tal crueldad que va en contra de cualquier principio básico de los derechos humanos, de la defensa del medio ambiente y de la ecología política. Reitera su más profundo pacifismo y por lo tanto absoluto rechazo al empleo de la violencia para defender ninguna reivindicación. Al igual que Gandhi, quien afirmaba que "no hay camino para la paz, la paz es el camino", llama al mundo ecologista y a la sociedad en general a condenar rotundamente el asesinato y recuerda que la ecología social y política sólo conoce un camino: el pacifismo.

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