jueves, 25 de diciembre de 2008

No sé qué pensar del agua

Sí, no sé qué pensar del agua, y voy a intentar explicar qué es lo que quiero decir con esta afirmación tan enigmática.

Tengo una amiga (bueno, es más que una amiga) que firma sus correos electrónicos con un acrónimo. Este acrónimo, que es una broma, juega con una frase que dijo Bruce Lee hace muchos años en una entrevista. Posteriormente esa frase sería más conocida por ser utilizada para un anuncio de televisión de un automóvil. La frase, que algunos recordaréis, era: “Be water, my friend”. Algo así como: “sé agua, mi amigo”, o “conviértete en agua, amigo mío”; como prefiráis.

Para entender un poco mejor la frase y ponerla en contexto, reproduzco parte de lo que decía Bruce Lee en aquella entrevista:

“(…) Vacía tu mente. Libérate de las formas: como el agua. Pon agua en una botella y será la botella. Ponla en una tetera y será la tetera. El agua puede fluir… o puede golpear. Sé agua, amigo mío”.

El mensaje tiene su enjundia. Aparte de las bromas que fácil y superficialmente se han hecho, hay toda una filosofía detrás. Existe un concepto antiquísimo y muy profundo en el taoísmo que es el Wu Wei, el principio de la No Acción. El Wu Wei describe un importante aspecto de la filosofía taoísta que afirma que la forma más adecuada de enfrentarse a una situación es no actuar (en el sentido de no forzar). Se hace hincapié en señalar que no es lo mismo no actuar que no hacer nada.

Aunque a nosotros los occidentales nos cuesta a menudo captar la verdad que se esconde tras este y tras otros principios del taoísmo, lo cierto es que tenemos que admitir que, como mínimo, la filosofía oriental siempre ha favorecido una mejor integración del hombre en su entorno (considerando el entorno en su sentido más amplio). Así pues, no puede estar mal ser un poco como el agua: olvidar la rigidez y adaptarnos a “nuestro recipiente”.


Pero entonces, vistas las bondades del agua, por otra parte, principio y manifestación de la vida, ¿qué problema es el que tengo yo con ella? ¿por qué digo que no sé qué pensar del agua? Pues porque el caso es que existe también otro sentido de la fluidez, de la liquidez que, este sí, yo rechazo.

Este sentido de la liquidez es el que ha desarrollado en varios textos un sociólogo y filósofo occidental llamado Zygmunt Bauman. En concreto habla específicamente de ello en un libro que leí hace algunos meses cuyo título es “Vida líquida”.

Según Bauman la actual sociedad desarrollada occidental se caracteriza por una liquidez y una falta de consistencia absolutas. No hay nada seguro ni permanente en estos tiempos. Aunque esto no sería negativo en sí mismo, ocurre que la mudanza es desorientada y continua. No hay itinerarios, no hay rutas; en realidad no hay metas. Repetidamente nos embarcamos en nuevos comienzos que suceden a inconclusos finales en un frustrante círculo viciado. Y mientras tanto, consumimos, y lo hacemos para intentar saciar un deseo siempre insatisfecho que el sistema se encarga de alimentar en nosotros con la creación constante de necesidades irreales.

Por otra parte, no hay normas, ni ideologías, ni valores absolutos. Pero mientras el reino de la libertad de los individuos es la única aparente realidad, lo cierto es que el exacerbado individualismo que nos caracteriza es sólo un individualismo adocenado. Todo el mundo pretende ser especial pero cada vez hay menos gente que lo sea verdaderamente. Hemos conquistado, al fin, la libertad de los borregos.

En definitiva, y ya veis que la frase que da título a este comentario era sólo un juego provocador, lo que quiero decir bien claro es que: no me gusta esta vida tan líquida.

En este mundo donde las ¾ partes, dicen, son de agua, y desde éste mi cerebro constituido, según dicen, por más de un 90% de agua, tengo que proclamar que yo prefiero algo más sólido. No digo rígido, pero sólido.

5 comentarios:

  1. Eres uno de los héroes que mantienen viva nuestra civilización Líquida.
    Voy a echar un gin-tonic con poco hielo.

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  2. Es posible vivir mejor y ser felices con mucho menos elementos materiales. Sería posible si no los propusiésemos pasar de una cultura de violencia y guerra una cultura de paz que permita construir otra forma de estar en el mundo. Sería posile una forma de vida que respete la naturaleza y no cometa abusos contra ella.
    Dios no existe. Si queremos un mundo mejor lo tenemos que construir nosotros. No tenemos nada que perder por intentarlo. La vida vino sin quererla, se irá sin pedirlo.
    Ahora mismo saborearé una menta poleo en agua. Mis manos captarán el calor de la taza. Soy consciente de que somos cada todo agua, en dfinitiv átomos más omenos ordenados. Nuestro cerebro es menos ágil que los brazos de gibón.

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  3. Wow! Qué de metáforas se pueden hacer con el agua. Nunca había visto interpretar la sociedad actual como un líquido, en un bucle y viciado sin poder elegir su forma ni destino. Me ha gustado mucho. Siqgue escribiendo, que yo seguiré leyendo pater.

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  4. Existe una diferencia fundamental entre la cualidad del agua a la que hace referencia el taoismo y el término acuñado por Bauman para expresar la característica de las sociedades occidentales ricas, consumistas y sin "Norte"
    Lao Tse, considerado el padre del Taoismo, comenta a propósito del agua en el Tao Te King
    "La forma suprema de bondad es como el agua
    el agua sabe como beneficiar todas las cosas sin combatir ninguna(...)
    Al tratar con los demás, has de saber ser amable y bondadoso
    Al hablar, has de saber medir tus palabras
    Al gobernar, has de saber cómo mantener el orden
    Al administrar,has de saber ser eficaz
    Cuando adtúes, has de saber escoger el momento oportuno.(...)

    La cualidad del agua que elogia el taoismo es la ausencia de ego, en el sentido de no imponer el propio punto de vista. Pero para ser capaz de hacer esto es necesario ser interiormente ecuanime, tolerante, justo, bondadoso,etc. lo que implica una falta absoluta de liquidez en el sentido del término que emplea Bauman.
    Grama

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  5. creo que la solidez que añoras, Juanma, no esta en la catidad de agua que seamos, si no en los canales, diques y comuertas con los que construyamos nuestro cerebro, osea los mecanismos de los que te dotes para dejar fluir tu caudal de la manera mas eficaz

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