domingo, 3 de abril de 2011

La elección radical

Practicando la navegación distraída por este inmenso océano virtual que es internet, me he encontrado con un texto de Peter Singer que me ha despertado bastante interés. Se trata de un fragmento de su obra "Ética para vivir mejor" (obra del año 1995 en su edición española); en concreto del capítulo 1 titulado: "La elección radical".

Reproduzco aquí parte de este texto:

(...) La mayoría de las elecciones que hacemos en nuestra vida cotidiana son restringidas, en el sentido de que se realizan desde el interior de un marco o conjunto de valores. Dado que deseo mantenerme razonablemente en forma, elijo salir a pasear antes que quedarme recostado en el sofá con una lata de cerveza, viendo la televisión. Puesto que usted desea hacer algo para ayudar a la conservación de los bosques tropicales, se une a una organización dedicada a concienciar al público acerca de la continua destrucción de los bosques. Otra persona desea hacer una carrera bien retribuida e interesante, así que estudia Derecho. En cada una de estas elecciones, los valores fundamentales se dan por sentados y la elección consiste en encontrar los mejores medios de lograrlos.

En cambio, en las elecciones radicales son los propios valores fundamentales los que están en juego. Ya no elegimos dentro de un marco que presupone que sólo buscamos potenciar al máximo nuestros intereses, ni dentro de un marco que da por sentado que haremos lo que consideremos éticamente mejor. Al contrario, lo que hacemos es elegir entre posibles formas de vida: aquella en la que el interés propio ocupa el primer lugar, o aquella en que la ética es lo más importante, o quizá optamos por un compromiso entre ambas.

Considero la ética y el propio interés como dos enfoques antagónicos porque, a mi modo de ver, son los contendientes más fuertes.(...)"

Creo que más a menudo de lo que pensamos (de hecho pensamos como lo hacenos porque nos tranquiliza) realizamos elecciones que podríamos llamar radicales. Y es que casi cualquier cosa que hacemos tiene connotaciones que afectan al todo, ya que a estas alturas resulta más que evidente que todo esta interrelacionado.

Cuando escogemos por ejemplo ir en coche al trabajo (frecuentemente a una distancia que podríamos hacer a pié o en bicicleta, o tomando un medio de transporte público), estamos optando por mantener un nivel de consumo y de ocupación de espacio que sabemos destruye poco a poco nuestro hábitat.

Cuando escogemos ir a comprar a una gran superficie en lugar de a una pequeña tienda en nuestro barrio; cuando escogemos adquirir los productos de más bajo precio sin importarnos o conmovernos por la forma en que han sido producidos o importados; cuando escogemos comprar objetos o servicios que sabemos son producidos mediante procesos contaminantes; cuando compramos productos desechables en lugar de sus equivalentes reutilizables (claro está, con un leve esfuerzo por nuestra parte) porque nos resulta más cómodo y porque podemos permitírnoslo; o cuando metemos nuestros ahorros en el banco que nos asegura un poco más de interés, sin importarnos qué oscuras operaciones vayan a realizar con nuestro dinero; cuando escogemos hacer cada una de esas cosas, estamos escogiendo mantener el status-quo, el actual sistema de producción, destrucción y consumo.

No vale hacer como que no lo sabemos.

No digo que debamos ir mirando al suelo para no destruir con nuestra pisada la vida de ninguna hormiga. No soy tan purista. Pero sí digo que debemos pensar en las connotaciones e implicaciones de todo lo que escogemos hacer.

En otro orden de cosas, y es a lo que quería llegar, está cada vez más cercano el momento en el que tendremos que realizar otra más (ésta sí, muy clara) elección radical. Será la de escoger la opción política que queremos gobierne nuestra ciudad durante los siguientes cuatro años.

Quiero hacer reflexionar a los que piensan que esta elección apenas importa. Porque aunque a muchos les gusta pensar y gritar a los cuatro vientos que "todos son iguales", no es ni mucho menos cierto. Porque en relación a los políticos: los hay terribles, los hay muy malos, los hay malos y menos malos, y los hay buenos o muy buenos. Ahora no he podido dejar de acordarme de la famosa frase de Bertold Brecht sobre los imprescindibles.

No es lo mismo que durante los próximos cuatro años nos gobierne en Córdoba el señor Rafael Gómez, alias Sandokán, lo cual sería terrible, o que nos gobierne el PP, el PSOE o IU, lo cual seria muy malo, malo o menos malo. No, no es lo mismo.

Y porque no es lo mismo quien nos gobierne, un grupo de personas, con ilusión creciente y gran ánimo, nos hemos propuesto empezar a cambiar las cosas desde el ayuntamiento de Córdoba.

Estoy hablando, como ya la mayoría habrá imaginado, de ECOLO CÓRDOBA.



Porque en ECOLO creemos:
  • en la transformación ecológica de la economía.
  • en la transformación sostenible del territorio.
  • en la equidad social y los derechos para tod@s.
  • en la Participación, en la Transparencia y en la Ética.
En breve enlazaré aquí mismo el Progrma Electoral que Ecolo Córdoba aprobó en asamblea el pasado 12 de marzo.

Perdonad que el blog aparentemente se haya politizado (¿no hacemos política siempre en realidad?), pero he tenido que escoger entre lo que hacer o dejar de hacer, y es lo que he hecho.

12 comentarios:

  1. Chapeau, Juanma. Gran reflexión, esperamos que la 2ª parte llegue cuanto antes.

    ResponderEliminar
  2. animo Juanma¡¡¡¡

    ResponderEliminar
  3. estupendo, queremos un cambio, queremos Córdoba con Ecolo!!

    ResponderEliminar
  4. Todo es política.
    He recordado la película de las mujeres del Cairo.
    Todo es política, la problemas sociales, el deber, los compromisos, los derechos. ....
    ¡Si a tener esperanza en un cambio coherente!.

    Gracias Juanma por compartir.

    ResponderEliminar
  5. Sí, estupenda la reflexión pero no se trata sólo de elegir una opción política confiable y acorde a nuestros ideales, se trata también de hacer el esfuerzo de recapacitar sobre los actos que hacemos o no hacemos, de ser conscientes de las repercusiones que todos, en mayor o menor medida tienen, e intentar que el interés propio y la ética confluyan en un mismo fin.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  6. Hola Juanma!
    Gracias por descubrirnos este texto, y por seguir publicando. En mi opinión no interpretas bien la cita, la elección radical aplicada a las elecciones, sin duda no puede ser la de votar a un partido político determinado. Podríamos llamarlo el mal menor, o si me apuras, la mejor opción en tu opinión. Pero esta lejos de ser la elección radical, eso es lo que pienso.
    La elección radical para mi es la democracia directa, porque es la que cuestiona los valores fundamentales, es la que cuestiona el marco establecido. Y la democracia directa no cabe en una urna cada cuatro años.
    un saludo
    COMA

    ResponderEliminar
  7. ¡Ya estamos de precampaña!!!!
    Tu introducción a la publicidad electoral me gusta, creo que refleja adecuadamente las intenciones de las personas que habeis creado Ecolo-Córdoba.
    Según mi forma de verlo, Ecolo se puede considerar un partido "antisistema", porque se situa fuera y en contra del eje producción-consumo como actividad humana que "mueve el mundo" ( "el tener" en la filosofía de Erich Fromm) y quiere materializar un sistema nuevo basado en los valores éticos como base sólida sobre la que construir la realidad humana ( el ser de E. Fromm).
    Si entre los que votemos en las elecciones hay suficiente Masa Crítica y consigue formar parte del gobierno municipal, el que esta filosofía se vaya materializando dependerá sobre todo de que los que formemos parte de Ecolo: miembros del partido y electores vayamos realizando en nuestra realidad cotidiana "eleciones radicales"

    ResponderEliminar
  8. Hoy ha publicado usted el siguiente comentario en el diario Córdoba "Todo esto me parece simplemente vergonzoso, y desde luego recuerda a otros tiempos que uno creía pasados. El obispo no debería ser autorizado a visitar ningún colegio público en horario lectivo. Mejor incluso, en ningún horario.", No cree usted que ¿entonces no debe de haber ningún político en horario lectivo en las escuelas?, o un ¿concejal con peto de sindicatos amedrentando a los trabajadores que querian entrar en mercacordoba el día de la huelga general?, ¿no es signo de otros tiempos de totalitarismo político?, de represión y miedo al trabajador que no quiere ir a la huelga,, pero claro es más facilón meterse con la Iglesia, le recuerdo que en esta ciudad tan laica, los más desfavorecidos de la sociedad son alimentados diariamente por la Iglesia, todavia no he visto necesitados a la puerta de los partidos politicos y los sindicatos, será que allí no obtienen respuesta a sus necesidades, en cambio la Iglesia Católica sí les ayuda continuamente.

    ResponderEliminar
  9. Amigo Anónimo
    Mezcla usted demasiadas cosas en su comentario.
    En primer lugar, no sé de políticos que hayan ido a los colegios a hacer proselitismo (el equivalente de la visita pastoral del señor obispo), pero aún si las hubiera habido, habría una clara diferencia: la política es cosa de todos (le recuerdo que dentro de unas semanas elegiremos alcalde y concejales) pero los obispos, rabinos y ulemas son sólo directores espirituales de unos pocos. La religión pertenece al ámbito privado, y no casa bien con la función del colegio público.
    Respecto a lo de los sindicatos y las huelgas, sencillamente, no sé a qué viene aquí. ¿Cree que yo soy sindicalista quizás? Le digo, que está equivocado y que de hecho estoy en contra de impopner a nadie ningún comportamiento qque no desee, sea el ir a una huelga con la que no esté de acuerdo o tragarse a un obispo que no quiere.
    Y ya lo último. La iglesia aayuda a los más desfavorecidos. Sí, es cierto; alñgunos sectores de la iglesia lo hacen. No sé si por solidaridad o por mantener al fin y al cabo este orden de cosas.
    Por otra parte, si la iglesia quisiera acabar con la pobreza sólo tenían que vender y repartir sus enormes riquezas. ¿No le parece?
    Un saludo muy cordial y respetuoso, amigo anónimo.
    La próxima vez no tenga reparo en dejar su nombre. Aquí se respeta a todo el mundo que me respete.

    ResponderEliminar
  10. Estimado Juanma, seguimos progresando en un estado laico, democrático de educación en valores cívicos y éticos universales.La equidad para la especie y el género se va consiguiendo , pero aún queda por el camino llegar a la equidad entre especies.No sé si una República lograría terminar con las injusticias, mientras siga siendo un ciudadano comprometido yo seguiré pidiendo compasión y un mejor trato para los animales.

    ResponderEliminar
  11. La incursión del comentario de la visita del Señor Obispo a los colegios Públicos no tiene que ver con el origen de esta serie de comentarios, pero bueno, supongo que ha sido una manera de ponerse encontacto con el comentarísta de la nota de protesta en el diario.
    A menudo ocurre que desde pequeños hemos visto hacer las cosas de de una determinada manera y que además no tenemos conciencia de que esta forma de obrar sea dañina ni perjudicial por el simple hecho de que culturalmente nos resulta familiar o incluso ideológicamente simpatizamos con la causa. Pero ser ecuanime, y por tanto justos (o éticos) significa que hay que ver las cosas no desde el punto de vista de la propia ideología (aún pensando que pueda ser la mejor), sino respetando los derechos de todos.
    Creo que el señor Obispo además de católico es lo bastante inteligente para saber que vulnera los derechos de los niños (sin un sentido crítico aún plenamente formado)y de los padres y madres que no procesan su religión y por tanto no desean que sus hijos reciban "lecciones religiosas" al respecto. Máxime cuando se presenta no como alguien perteneciente a una religión determinada para que los niños le pregunten y satisfagan su curiosidad (cosa que yo por ejemplo entendería pudiera suceder no solo con las creencias católicas sino con cualquier otras) sino que su Ilustrísima se presenta como una autoridad, un poder factico de Córdoba y un representante de la verdad eterna.

    ResponderEliminar