domingo, 20 de diciembre de 2009

Acabar con las corridas de toros (en nombre de la Cultura)


Recientemente se ha presentado en el parlamento catalán una Iniciativa Legislativa Popular para que se prohíban las corridas de toros en ese país, y ¡¡HA SIDO ACEPTADA A TRÁMITE!!

De forma muy reñida y gracias a la consigna de libertad de voto dada por los partidos a sus parlamentarios, fue finalmente aceptada y será votada dentro de unos meses. Digo yo que así debería ser siempre ¿no? Me refiero a lo de la libertad de voto de los parlamentarios. Mal que nos pesara en alguna ocasión. Claro que también las listas electorales deberían ser abiertas, y no cerradas y completamente controladas por los aparatos de los partidos como lo son ahora mismo.

Volviendo a la ILP: 180.000 firmas de ciudadano/as han suscrito la iniciativa. Una gran mayoría de la población catalana hace tiempo que le ha dado la espalda a la salvaje fiesta de los toros y preferiría su completa desaparición. ¿Qué ocurre en el resto de España? Pues todavía hay mucha gente que opina lo siguiente:
1. Es una tradición.
2. Sin corridas, el toro de lidia se extinguiría
3. El toro no sufre
4. También se mata a los terneros
5. Es una pelea de igual a igual entre el hombre y el toro
6. Los que quieren prohibir los toros son independentistas catalanes, contrarios a la fiesta nacional

Los cinco últimos argumentos son muy fáciles de desmontar. De manera muy certera y escueta lo hace Ignacio Escolar en su blog

Yo voy a intentar argumentar contra el que me parece el argumento más duro de roer de los protaurinos: el de la cultura, ¡AY! la CULTURA.

Y es que a menudo se pretende alzar el argumento de lo cultural, de aquello que responde a una tradición, para con ese marchamo dar la (interesada) aprobación a costumbres que ya no responden a la sensibilidad actual. Son sólo actitudes reaccionarias en el más claro sentido de la expresión. Son reaccionarias frente al progreso.

Está muy claro que un porcentaje cada vez mayor de la población considera la fiesta de los toros una costumbre bárbara, y es sólo cuestión de tiempo que esa sea la opinión de la mayoría. A este respecto, una reciente encuesta habla de que un 67% de los españoles no muestra ningún interés en la tauromaquia y un 35% se muestra a favor de su total prohibición.

Y es que, por muy tradicional que pueda haber sido una costumbre ¿es esa razón suficiente para aceptar que ha de seguir siéndolo? Si eso fuera así, tendríamos que seguir considerando aceptable, porque esa fue la costumbre: pegar a los hijos y a la mujeres, quemar brujas, empalar herejes, etc. O, consecuentemente, deberíamos aceptar las costumbres de otros pueblos; léase: lapidación a mujeres consideradas adúlteras, ablación de las niñas, y un largo y bárbaro etcétera.

La cultura tiene raíces; por supuesto que las tiene. Pero ¿qué es la cultura si no es por encima de todo progreso? La cultura nos hace libres sólo si mirando hacia delante la vemos como algo que nos permite crecer cada día un poco más, por medio de la razón y el derecho. En cambio nos hace esclavos si mirando hacia atrás la entendemos exclusivamente como aquello que nos ancla al pasado.

Desde aquí voy a pedir que esta ciudad, gobernada al alirón por dos partidos “muy progres”, comience ya a dar la espalda a esta bárbara tradición. Lo primero será dejar de subvencionar la celebración de corridas. Entre ellas, esa que han dado en llamar de la “mujer cordobesa”. Y lo segundo, dar un giro radical al contenido y enfoque del Museo Taurino (actualmente cerrado) para convertirlo en un museo que no ensalce la crueldad de “la fiesta”, que hable exclusivamente de la historia de esta tradición y que en todo caso haga hincapié también en el hecho del sufrimiento animal.

7 comentarios:

  1. Hola, Juanma: independientemente de lo que a cada cual le pueda parecer lo de los toros, yo creo que el problema es que con esto de las tradiciones arraigadas se le reconoce a cualquiera la posibilidad de iniciar una de ellas, pero con una condición: que sea un antepasado. Al parecer los ciudadanos actuales no tenemos derecho a iniciar nuestras propias tradiciones, incluida la tradición de que no haya determinadas fiestas, como la de los toros o la de las famosas "tomas" (la de Granada se aproxima una vez más, y ya veréis la que monta la carcundia (de todos los partidos, que conste) un año más). Para quien no caiga, lo de 'monta' va por Doña Isabel, que tanto montaba; ¡y encima la quieren hacer santa!

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  2. Tengo que reconocer que todos los temas sobre la tortura de animales me sacan de quicio. Porque la verdad, hay que decirlo bien alto y claro, nosotros también somos animales. El dolor a los golpes y heridas, el sufrimiento a condiciones ambientales adversas (frío, calor, sed, hambre) y a la enfermedad son muy similares en todos los mamíferos. Solo hay que tener un poco de conocimientos sobre los circuitos de dolor y recompensa del cerebro de mamíferos, fijarse en las reacciones de los animales y tener desarrollada la empatía.
    Los animales son seres inocentes y en general indefensos ante nuestra especie ya que no pueden exigir derechos ni tampoco pueden comunicarse completamente con nosotros.
    La tiranía de las personas sobre los otros animales y sobre la propia especie ha sido brutal a lo largo de la historia y sigue siendolo hoy día. En el siglo XX y en el actual han empezado a aparecer algunas legislaciones que prohíben y condenan el maltrato de estas inocentes criaturas.

    La LEY 11/2003, de 24 de noviembre, de PROTECCIÓN DE LOS ANIMALES, de la Junta de Andalucía, recoge lo siguiente:
    "En las últimas décadas ha proliferado, en las sociedades más civilizadas, un sentimiento sin precedentes de protección, respeto y defensa de la naturaleza en general y de los animales en particular. …..los estudios realizados sobre las capacidades sensoriales y cognoscitivas de los animales no han dejado duda sobre la posibilidad de que éstos puedan experimentar sentimientos como placer, miedo, estrés, ansiedad, dolor o felicidad. ……Todo ello ha dado origen a una nueva línea legislativa nacional e internacional en materia de protección de los animales.….
    …este texto pretende adecuar la normativa legal a una concienciación ciudadana cada día más extendida que exige se acabe con los malos tratos, la falta de atención o las torturas a los animales que conviven con el hombre, y al mismo tiempo servir de instrumento para aumentar la sensibilidad ciudadana hacia unos comportamientos más civilizados y propios de una sociedad moderna."
    Pero atento al siguiente artículo
    "Artículo 2. Exclusiones.
    …..
    b. Las pruebas funcionales y entrenamientos a puerta cerrada con reses de lidia, los espectáculos y festejos debidamente autorizados con este tipo de animales y las clases prácticas con reses celebradas por escuelas taurinas autorizadas."
    El artículo 4 es más o menos claro
    "Artículo 4. Prohibiciones.
    a. Maltratar o agredir físicamente a los animales o someterlos a cualquier otra práctica que les irrogue sufrimientos o daños injustificados."

    Como se ve, se empieza a reconocer el sufrimiento de los animales y algunos derechos a no ser torturados. Pero nuestra especie deja mucho que desear todavía… Al fin y al cabo no dejamos de ser una especie animal salvaje…El inventarse a Dios y tener más inteligencia que los otros animales no nos hace disfrutar, sufrir y morir de manera diferente que ellos.
    Con respecto a las corridas de toros, no se trata de prohibirlas, se trata de abolir cualquier tipo de tortura a los animales y codificarlas en el código penal.
    Me pregunto si muchos de los que protagonizan, defienden y asisten a las corridas de toros no son sino unos peligrosos psicópatas.
    Saludos
    Behavi

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  3. Por qué le llaman cultura cuando quieren decir "EUROS".
    Una inteligente y clarificadora entrada. Solo quiero añadir que el toro tiene conciencia. Que los animales tienen diferentes grados de conciencia, desde la protoconciencia, hasta la autobiográfica, pasando por la nuclear, que consiste en la capacidad de sentir emociones básicas como las nuestras. La mayoría se queda en este segundo nivel, sin llegar a la autocociencia, a una teoría de la mente ni al yo autobiográfico, como el animal humano. Aunque viendo defensas tan cerradas como la de la fiesta nacional a veces me parece que muchos humanos tienen menos conciencia que los reptiles de la serie V.
    Herpes simples

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  4. Hay tradiciones y culturas que van desapareciendo. Hace muchos años las mujeres y los negros no tenían derechos, pero la sociedad comprendió que debian tenerlos. Estoy convencido que a la larga los animales como el toro también tendran sus derechos.

    Sin embargo tampoco estamos pidiendo que tengan derecho a voto, solo que vivan con dignidad. Buenas tardes y felices vacaciones para todos y todas.

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  5. A continuación transcribo una estrofa de un hermoso verso que hace alusión al maltrato animal y que de manera particular se refiere a las corridas de toros
    " Cuando soy torturado y exhibido
    para la celebración de una fiesta,
    acosado y malherido,
    entre aplausos que no cesan...
    tú, hablas de mí."
    Creo que dificilmente se puede superar una descripción más acertada de lo que es en esencia la mal llamada "fiesta nacional"

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  6. Estoy totalmente en contra de las corridas de toros. Me parece un espectáculo bárbaro y cruel. Pero no las prohibiria si estuviera en mi mano sino que intentaría reducir el apoyo popular que tienen hasta que desaparecieran. Eso de prohibir me ha parecido siempre muy reaccionario en casos asi; estoy, igualmente en contra del maltrato animal en general y en "eventos populares" en fiestas de pueblo en particular, que me averguenzan. Un ejemplo es lo que pasa en Cataluña, creo que se ha politizado el tema porque en mi opinión, se está haciendo una limpieza cultural (después irán por la étnica, si les dejan) de todo lo que huela a español. Creería en ese movimiento si hubiesen atacado también fiestas "propias de la cultura catalana", tan españolas, para desgracia de esquerra, ya que usa los mismos patrones que en el resto de España: juerga a costa de los animales. Pero contra esas no van porque las consideran catalanas y les restarían votos entre sus acólitos. Entre fascistas anda el juego porque en mi opinión ERC lo es. Un saludo.

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  7. - Está prohibido hacer las necesidades fisiológicas en la calle y tirar basuras en cualquier parte de la ciudad (obvio).
    - Está prohibido fumar en entornos cerrados como en consultorios de centros de salud (obvio).
    - Está prohibido que un maestro golpee impunemente a un chaval (obvio, aunque recibí varios tortazos en la cabeza de un profesor desde atrás, por hablar con el compañero del pupitre).
    - Está prohibido que levanten una vivienda donde uno quiera y como uno quiera (obvio).
    - Está prohibido robar (obvio, aunque hay muchos que roban legalmente porque las leyes no están bien hechas, ni administradas).
    - Está prohibido pegar, violar y torturar a las personas (obvio).
    - Está prohibida la esclavitud (obvio).
    - Está prohibido ir pegando tiros con armas de fuego por la ciudad (obvio) (aunque personalmente también lo prohibiría en el campo, aunque sea un juez el que paga la licencia).
    - Está prohibido matar a otra persona (obvio).
    - ¿Por qué es lícito torturar y matar a un animal para entretenimiento y diversión de unos indeseables (por muy Homo sapiens que se sea)?
    Prohibir con justicia no es mermar la libertad de nadie, es aumentar la libertad de otros, principalmente de oprimidos y seres indefensos.

    Ante cualquier tipo de nacionalismo me gusta hacer el siguiente comentario: Conmigo vive un buen amigo, un perro que como yo no entiende de nacionalidades. Pues bien, él se salta las fronteras, se caga en los palacios y se limpia el culo con todas las banderas. Yo apruebo lo que hace y pienso lo mismo.
    No tiene justificación que se utilicen argumentos políticos de tipo nacionalista, ya sean catalanes, españoles o andaluces, para permitir que se sigan torturando animales para entretener y satisfacer a unos cuantos (aunque fuesen millones) desalmados de la especie humana. Hay que recordar que Canal Sur que se emite en nuestra zona geográfica, el parlamento andaluz y la inmensa mayoría de sus ayuntamientos, con gestores de cualquier ideología política son defensores o consienten la tortura de animales, aunque sobre el papel reconozcan “que los animales pueden experimentar sentimientos como placer, miedo, estrés, ansiedad, dolor o felicidad”. Particularmente me siento profundamente avergonzado de vivir en una zona geográfica donde no está prohibida la tortura pública de inocentes criaturas. Y no solo no está prohibida, sino que además recibe cuantiosas subvenciones y los torturadores son reconocidos con premios y distinciones por instituciones públicas y privadas.
    Saludos
    Behavi

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