sábado, 26 de mayo de 2012

Los problemas con la información

Vivimos, según dicen, en la llamada “Sociedad de la Información”. Esta sociedad habría sucedido en algún momento de la segunda mitad del siglo XX a una anterior denominada “Sociedad Industrial”.

Si en aquella los principales productos de valor eran los productos industriales, en esta la riqueza está no tanto en los productos físicos cuanto en los productos inmateriales del tipo datos, o como se dice ahora, bits de información.

Las últimas décadas han vivido un desarrollo increíble de las TICs (Tecnologías de la Información y el Conocimiento), desarrollo que ha permitido a la mayor parte de la población de los países occidentales, y últimamente a una gran parte de la población mundial, acceder a una inmensa cantidad de información. La información está disponible fácilmente y de hecho nos ataca constantemente en periódicos, televisión, radio, y sobre todo, al día de hoy, en internet.

Teóricamente esta facilidad de acceso a la información nos debería estar haciendo sujetos más informados, con más conocimiento de las cosas, incluso más sabios. Pero no es así. Y no lo es porque la información, que es un bien tan preciado, es también un bien que se somete fácilmente a procesos de manipulación por muy diferentes mecanismos.

Recientemente he leído un libro muy interesante titulado “El crash de la información” (obra del economista alemán Max Otte cuya lectura recomiendo) en el que se detallan, aunque de una manera un tanto desordenada, los diferentes mecanismos que tiene el sistema para manipular la información, a saber:

  • la información deficiente, o inexistente, en algunos de los temas verdaderamente esenciales para el mantenimiento del statu quo del sistema (p.ej. datos de producción y venta de armamento)
  • el exceso de información, en temas no esenciales para el mantenimiento del sistema, que sólo nos provoca aturdimiento y desentendimiento (p. ej. ¿alguien entiende las facturas de la luz que nos envían de un tiempo a esta parte? ¿y la información nutricional de los productos alimenticios industrializados?)
  • la pseudoinformación, o información engañosa, que no se corresponde con cosas verdaderamente importantes para las personas (p. ej. el sacralizado PIB como medidor del desarrollo de los países, cuando resulta que terremotos, guerras, etc, computan como saldo positivo en este índice; o el índice bursátil como medidor del estado de la economía, cuando la economía real no tiene nada que ver con esos movimientos especulativos de los grandes capitales que sólo buscan la rentabilidad al más corto plazo de tiempo aún levantada sobre la destrucción del bienestar de las personas)

Pero el caso es que ahora no es sólo el sistema el que nos manipula con estos mecanismos. Somos nosotros mismos los que a menudo perdemos el norte al dejarnos arrastrar por la inmediatez y la falta de visión crítica al acceder a la inmensa cantidad de información que nos llega y que nosotros mismos proactivamente buscamos.

Sin darnos cuenta nos estamos aturdiendo con la gran cantidad de correos electrónicos que entran en nuestro buzón a diario, con los miles de pequeños mensajes que nos llegan por twitter, facebook, y otras plataformas, etc.

De todo queremos estar informados y a todo queremos responder ipso facto, pero lo hacemos necesariamente desde una falta de asunción meditada y crítica. No es extraño reaccionar demasiado rápidamente y como se dice ahora “rebotar” una información que nos ha llegado y que nos ha parecido extraordinaria para al poco tiempo darnos cuenta de que hemos sido manipulados.

No sé si os habrá llegado durante estos días un correo con el texto de una supuesta carta que José Luis Sampedro había enviado al Presidente del gobierno con el provocador título de “Querido señor Presidente: es usted un hijo de puta”. Pues bien, al poco se ha sabido (confieso que yo desde el primer momento tuve mis dudas) que la carta había sido en un primer momento una entrada del día 22 de abril en un blog llamado Barataria que luego re-publicaron en la web de Izquierda Digital atribuyéndola a Jose Luis Sampedro.

[Esta web (www.izquierdadigital.es/) estaba el sábado 26 de mayo, cuando esto escribo, caída no sé por qué motivo]
[añadido el 27. Esta es la url de izquierda digital donde "rectifican"]

El caso es que mucha gente lo rebotó porque era algo que entraba en sus expectativas y deseaban fuera cierto. Este es uno de los problemas más graves con el que nos encontramos actualmente. A menudo buscamos sólo la información que queremos recibir. Las redes sociales contribuyen en gran media a ello. Por ejemplo, en facebook nos hacemos amigos de los que piensan como nosotros, y en twitter nos hacemos seguidores de aquellos que dicen lo que queremos oír. Eso nos está haciendo, paradójicamente, sujetos menos informados, o en todo caso, sujetos menos sabios.

Mi consejo es seguir leyendo y oyendo a aquellos con los que no compartimos puntos de vista, y sobre todo, leer y oir con sentido crítico tanto a aquellos con quienes no compartimos ideas como a aquellos otros con los que sí las compartimos.

Recibir mucha información pero hacerlo acríticamente no nos hace sujetos más sabios.

5 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con esta magnífica entrada que has escrito, Juanma, por varias razones: por ser clara, ir al grano e incidir en uno de los grandes problemas que tenemos hoy día, el gran desbarajuste en el manejo y el tratamiento de la información. Como bien dices, la información "nos ataca" constamente. En otros tiempos se restringía la información, hoy día se nos satura con ella, para poder manipularnos mejor y hacernos más sumisos, menos críticos y si se puede, consumidores compulsivos. Un saludo afectuoso.

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  2. El correo,supuestamente de Sampedro,al que haces referencia,también lo recibí pero como he leído algunas cosillas sobre él me sonó a chamusquina y ahora veo,aunque no lo tengo claro del todo en la explicación que das de quién es el autor, de todas formas considero acertada esta entrada sobre la información aunque echo de menos una profundización en el ritmo de vida al que, al parecer, nos vemos abocados
    que impide la reflexión pausada,crítica y serena sobre todo en los temas de cierta importancia.
    Bueno ya lo dijo Mcluhan hace unos añitos "el medio es el mensaje".Salud y República.

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  3. Voy a referirme al libro de Ignacio Ramonet "La tiranía de la comunicación" que estoy leyendo en estos día y que creo muy acertado y acorde con tu entrada. Ramonet menciona que información y comunicación tienden a confundirse.Estar informado requiere un esfuerzo, cuesta... no es sentarse en el sofá y ver cascadas de imágenes, ni leer los titulares de los periódicos, ni escuchar las noticias de la radio,entre otras cosas porque estos tres soportes se van a hacer eco de la misma "noticia".
    Informarse es una actividad productiva que exige una verdadera movilización intelectual y únicamente abandonando las zonas confortables del simplismo dominante y construyendo cada uno su propia reflexión los "informados" podrán actuar como ciudadanos.
    Un beso

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  4. Apunto otras reflexiones en referencia a tu magnífico post.
    1) El cerebro de nuestra especie está seleccionado por mecanismos evolutivos para llevar a cabo tareas muy diferentes a las que ahora realizamos, según parece hemos sido seleccionado para ser recolectores-cazadores. No obstante, la capacidad de adaptación de nuestro cerebro a nuevos desafíos, quizás la causa del “éxito” como especie animal, nos permite la adaptación a nuevos ambientes y la adquisición de nuevos hábitos.
    2) En nuestro nuevo ambiente, que en parte sería lo que llamas la “sociedad de la información” surge una pregunta ¿tenemos capacidad para comparar, seleccionar, verificar, inspeccionar y profundizar sobre los innumerables bits de información a la que nos enfrentamos en esta nueva etapa?
    3) ¿Cuales son nuestros objetivos como especie? Desde el punto de vista de la evolución, los objetivos de cualquier especie serían la de adaptación al ambiente para conseguir el mayor éxito reproductivo posible que permita la perpetuación de la misma a lo largo del tiempo. Esa puede ser la razón por la que estemos aquí. Pero…
    4) Nuestra capacidad cultural, la de transmitir información de generación en generación, es decir nuestro potencial educativo y solidario es una de las características principales que sin duda nos ha hecho tener éxito como especie. ¿Por qué en conjunto nos hemos empeñado en pasar información falsa a las siguientes generaciones (por una parte ideas sobre religiones claramente inventadas, y por otra sistemas políticos dictatoriales o bien basados en la competitividad y lucro económico). En todos los casos, una información incompatible en buena parte con la racionalidad, sociabilidad y solidaridad propias de la especie.
    5) Desde mi punto de vista, el gran problema no creo que sea la información a la que nos enfrentamos, sino la educación que transmitimos y como la transferimos a las siguientes generaciones. Cuando se nace tenemos inscritos una serie de instintos de una especie social cazadora-recolectora, en lo demás somos una tabla rasa donde dependiendo lo que vayamos inscribiendo en ella, el resultado final puede ser muy diferente.
    6) ¿Seremos capaces de definir con objetividad lo que queremos y que tipo de sociedad y planeta queremos para el futuro? ¿Será la maquinaria irracional evolutiva la que definitivamente se adueñe de nuestro futuro, o será nuestra voluntad y racionalidad?
    7) Es probable que el futuro dependa en buena parte de si somos capaces de entender como funciona nuestro cerebro y como se elaboran y surgen las ideas de él.
    Saludos,
    Behavi

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  5. Muy acertada reflexión. Nuestro problema ahora no es acceder a la información sino ser capaces de transformar la sobreabundancia de información en conocimiento útil para nuestras vidas. Y para ello es imprescindible mantener la mente abierta y despierta. Salud.

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