lunes, 22 de noviembre de 2010

Libertad y Miedos

Con este título que he dado al post reconozco que juego un poco al despiste. Si le hubiera dado el que debía, todo habría sido muy claro. Me refiero a que voy a hablar del miedo a la libertad, es decir del conocido libro de Erich Fromm convertido en un clásico del género de ensayo. Acabo de leerlo con motivo de mi participación en uno de los clubes de lectura de ensayo de mi biblioteca.

En primer lugar tengo que decir que recomiendo vivamente su lectura, y que no se me ocurre pensar que con estos comentarios míos pudiera yo aportar ni por asomo el mismo enriquecimiento que puede dar la lectura directa de Fromm. Sólo pretendo, si acaso, despertar el interés de hacerlo.

"El miedo a la libertad", obra publicada por Erich Fromm en el año 1947 y escrita durante los años previos, incluídos los del desarrollo de la II Guerra Mundial, tuvo a mi entender un objetivo primordial: explicar el nacimiento del nazismo y el apoyo recibido a esta ideología y a este régimen por parte de millones de alemanes y de otros muchos cientos de miles de europeos de otras naciones.

Como segundo objetivo, tan importante como el primero, estaba el intento de aleccionarnos y prevenirnos sobre el peligro que amenaza a toda sociedad, incluída la democracia occidental "consolidada", de ver cómo grandes sectores de su población pueden resultar atraidos por el autoritarismo como solución política.

Fromm, al que podríamos definir como un filósofo marxista-psicoanalista, se aventuró a formular una explicación psicológica de los comportamientos sociales. Al fin y al cabo los grupos no son más que suma de individuos, y por ello mismo, alguna relación se deberá encontrar entre el comportamiento del colectivo y la psicología de los individuos.

Hay que admitir que resulta muy complejo explicar la evolución social en base psicológica. Ocurre en este asunto, como en otras tantas ramas del conocimiento, que hay siempre varias magnitudes desde las que contemplar la realidad. Por ejemplo, si bien todos sabemos que la base de todo lo "realmente existente" es el átomo (por debajo de él, las partículas subatómicas; por encima, las moléculas), nadie intenta explicar el funcionamiento del aparato digestivo o la mecánica de fluídos en base atómica sino que acude a elementos de otra magnitud para hacerlo. Algo así podría decirse del intento de Fromm de explicación social en base psicológica.

Pero aceptando esa dificultad, en mi opinión es cierto, tal como afirma Fromm, que "sólo una teoría, psicológica que utilice el concepto de fuerza inconsciente puede penetrar en las oscuras racionalizaciones que hallamos al analizar al individuo o la cultura. Un gran número de problemas, aparentemente insolubles, desaparecen apenas nos decidimos a abandonar la idea de que los motivos que la gente cree constituyen la causa de sus acciones, pensamientos o emociones, sean necesariamente aquellos que en la realidad los impulsa a obrar, sentir y pensar de esa determinada manera".

Sobre la base de esa formulación, Fromm nos habla del por qué y del cómo surgen la inclinación de los individuos al autoritarismo, al conformismo y a otros "mecanismos de evasión". Todo procede de la discrepancia existente "entre el propósito de asegurar el fluido funcionamiento de la sociedad y el de promover el desarrollo pleno del individuo", que como está claro, son cosas bien distintas.

Las sociedades más estables y "armoniosas" fueron aquellas en las que el individuo estaba totalmente sometido a un orden social y psicológico que determinaba el lugar y las aspiraciones que le concernían. Se refiere Fromm a las sociedades feudales. En esas sociedades, la falta de libertad daba lugar a individuos totalmente frustrados e irrealizados desde un punto de vista moderno, pero también, por otra parte, a la inexistencia de inseguridades. Fue con el nacimiento del capitalismo y, de manera muy relacionada, con el surgimiento de la Reforma y la vindicación de un cristianismo más personal e interiorizado, cuando el individuo empezó a sentirse libre pero a la vez inseguro.

Qué duda cabe que es tranquilizador creer que tu lugar en el mundo está definido y que no depende de ti el cambiarlo, o que te espera un futuro tras la muerte, pero que en relación a él es un ser llamado dios quien te lo adjudicará a su capricho. Con esas creencias no había lugar para la ansiedad.

Esos tiempos han desaparecido, porque ya no hay dios y porque somos evidentemente libres, al menos por lo que respecta a su significado psicológico. Y es por esto por lo que el individuo moderno sufre de ansiedad, de depresión, de miedos.

Ya no existe ese orden establecido, y en palabras de Fromm: 
  • (...)"La educación conduce con demasiada frecuencia a la eliminación de la espontaneidad y a la sustitución de los actos psíquicos originales por emociones, pensamientos y deseos impuestos desde afuera".  
  • (...)"El hombre moderno vive bajo la ilusión de saber lo que quiere, cuando, en realidad, desea únicamente lo que se supone (socialmente) ha de desear".  
  • (...)"Nos hemos transformado en autómatas que viven bajo la ilusión de ser individuos dotados de libre albedrío"
... y si esto ya era válido en los años 40 del siglo pasado, cuán válido lo es ahora en esta cultura de la hiperpublicidad y el deseo sobrevenido.

Al día de hoy somos libres, en el sentido que da Fromm al concepto de "libertad negativa", por habernos librado de lo que nos ataba, pero aún no somos libres en el sentido positivo porque no hemos aprendido a ser espontáneos, no hemos aprendido a unir equilibradamente naturaleza y razón, voluntad y sentimientos.

2 comentarios:

  1. ¿Está la libertad individual enfrentada a la vida en sociedad? Con más o menos consciencia de ello parece ser que todo individuo se deja llevar por lo que la sociedad impone y por lo tanto la libertad no es tal,es más,si alguna de nosotr@s es testigo de un comportamiento que no sigue los supuestos esquemas sociales acaso no lo consideramos "extraño"? y si quisiésemos y pudiésemos alejarnos de esta sociedad que nos manipula ¿no sería tb ese un comportamiento considerado asocial?
    creemos gozar de libertad, sí, siempre y cuando ésta no nos enfrente a la sociedad que nos encuadra porque tememos demasiado su mirada crítica, de ahí que el título de tu post no juegue al despiste sino al resumen.

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  2. Es una excelentisimo libro! Como la mayoría de los de este autor. También recomiendo su lectura

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