domingo, 11 de abril de 2010

¿Más Ciencias o más Letras?

¿Qué pensáis que necesita más urgentemente la humanidad en este cada vez más acelerado momento de su evolución? ¿más conocimiento científico? ¿más cultura y humanismo?

Sé que la pregunta es un tanto retórica, pero me la hago ahora a cuento de uno de los libros que estoy leyendo en el club de lectura de ensayo de la biblioteca. El libro en cuestión es “La razón estrangulada” de Carlos Elías.

Aunque hay muchas barbaridades en algunas de las afirmaciones que el autor hace, es cierto (y así lo convinimos la mayoría de los participantes en la reunión de hace unos días) que el pensamiento científico ha perdido reconocimiento y prestigio en el mundo actual, y que la ciencia está cada vez más alejada de las preocupaciones y estima del gran público. Una clara manifestación de ello es lo acusadamente que ha descendido el número de bachilleres y universitarios que escogen los estudios científicos.

Argumenta Carlos Elías que en estos tiempos los jóvenes se han acostumbrado a vivir en la indolencia y a buscar el éxito en la vida por medio de ocupaciones frívolas relacionadas, por ejemplo, con el mundo del espectáculo (al fin y al cabo, hoy todo parece ser una representación y eso es lo que ellos ven en los medios), y que es difícil que escojan una vía académica llena de esfuerzo y poca valoración.

Pero siendo esto cierto, sin embargo se equivoca C. Elías, a la sazón doctor en Químicas y licenciado en Ciencias de la Información, cuando vuelca todo su odio en “las letras” a las que casi considera causantes de la crisis de la ciencia. Una cosa es que la actual cultura mediática sea muy poco científica, y otra afirmar que el humanismo y la literatura sean la causa de ello.

Hay una frase que yo he encontrado muy significativa en esta obra, y es esta: “El problema deriva de que para los 'humanistas' de letras, el hombre no es un ser biológico, físico y social, sino solamente social, lo cual le resta mucha capacidad, no sólo para entender el mundo en toda su complejidad, sino sobre todo para resolver correctamente muchos de los problemas que le acechan”.

No sé de dónde ha sacado Elías que para los humanistas el hombre es sólo un ser social. Claro que es las tres cosas, y además lo es por orden de complejidad:
  1. en primer lugar, un ser físico (es una cosa)
  2. en segundo lugar, un ser biológico (es un ser vivo)
  3. en tercer lugar un, ser social (es un ser humano)
Por lo primero, está sometido a todas las leyes de la física, como cualquier cosa. Por lo segundo está sometido a todas las leyes de la biología y de la ecología, como cualquier animal o planta. Por lo tercero, resulta la cosa más compleja que imaginarse pueda; de hecho mucho más que cualquier átomo, molécula o galaxia.

Las leyes que pretenden explicar lo que es el hombre en cuanto a este tercer aspecto, quizás nunca tendrán el marchamo de lo científico, tal como lo entienden los de ciencias, pero serán en todo caso un supremo y necesario esfuerzo para reconciliarlo consigo mismo.

Indudablemente, no es imaginable un progreso para la humanidad sin que éste se apoye sobre el conocimiento científico y sobre el uso de la razón; es decir, sobre el consecuente retroceso del pensamiento mágico-religioso y de las actitudes irracionales. Pero tampoco resulta imaginable un progreso para la humanidad que siendo “sólo científico”, rechazara el humanismo, por más indeterminado que para los científicos resulte éste en comparación con las verdades incontrovertibles de la física y de la química. Y esto es así, porque el hombre no es sólo físico y biológico, sino social.

El lenguaje y la vida-cultura en sociedad han hecho del ser humano algo a lo que resulta idiota acercarse exclusivamente por la vía físico-química.

La física, sobre todo a partir de los años 50, y la biología, sobre todo a partir de los años 90, han logrado ya explicar mucho de la naturaleza humana, pero por ahora, la filosofía, la literatura, el arte y las humanidades en general, resultan imprescindibles para abordar la complejidad de su ser social.

------------------------------------------------------

Si queréis leer algunos comentarios a favor y en contra de este libro en el blog titulado "Un nombre al azar" (que yo encontré por azar) aquí tenéis el enlace



8 comentarios:

  1. Buena entrada, pero no estoy de acuerdo con muchas de tus reflexiones. Y es raro, porque coincidimos casi siempre.
    1) Carlos Elías (al que tuve el orgullo de presentar y escuchar durante una tertulia en el Botánico en mayo del año pasado) no dice que la causa del declive de las Ciencias sean las letras. Ni mucho menos. Son muchas las causas. Una de ellas, el analfabetismo científico (cultural) de la mayoría de los economistas y políticos (de letras) en cuyas manos estamos, desgraciadamente. Mira este vídeo y saldrás de duas con el aperitivo.
    http://www.youtube.com/watch?v=WZ0VOQWMS2o
    2) La Ciencia es humanista y solo humanista. Es más humanista que lo que tú denominas humanismo. Es una construcción social del espíritu, sometida a cuestionamiento perpetuo por otros científicos. No ocurre así con los estudios sociales o los ensayos literarios, sometidos a interpretación permanente y en el que se pueden defender diferentes posturas, todas aceptables. Elías habla de las investigaciones sociales que se admiten sin más, sin pruebas objetivas, en muchos casos. ¿Leíste lo del caso Sokal en el libro?
    3) Los científicos no aspiran a explicar la mente mediante procesos FQ. Elías no dice esa simplicidad. Sin embargo, la mente y el comportamiento social humano sí pueden explicarse mediante la psicología evolutiva y la sociobiología. Al fin y al cabo somos primates tecnológicos.
    4) Hay un déficit de Ciencias que atraviesa la Primaria y termina en la Universidad (en las carreras de letras). ¿Cuántas veces hemos oído eso de que ¡ay, no lo sé, soy de letras! cuando se habla de la resolución de una ecuación o una fórmula. Los buenos estudiantes, en general, estudian Ciencias en 4º de la ESO y en el Bachillerato. Os invito a que leáis esta colaboración en el diario Córdoba hace algunos años:
    http://personales.ya.com/casimirojesus/experimento.htm
    Hay que dar paso a la tercera cultura, la que forman científicos y otros pensadores empíricos que, a través de su trabajo y su expresión escrita, están tomando el lugar de los intelectuales tradicionales en la tarea de sacar a la luz los significados profundos de nuestras vidas, redefiniendo quiénes y qué somos. John Brockman
    http://www.terceracultura.net/tc/?p=771

    ResponderEliminar
  2. Muy interesnate el post (y por supuesto el libro del que habla)
    Estoy totalmete de acuerdo con Casimiro. Yo tb he leído el libro de Elias y creo que justo dice lo contrario de lo que sugiere el post.
    Elías cree que las humanidades son muy importantes, lo que pasa es que no considera que alguien sea de humanidades si no sabe ciencias. Es decir, señala que el actual término de humanidades o de cultura está mal empleado.
    Según Elías para ser un humanista debe saber a la vez ciencias y letras (Física, biología y sociología). Por ejemplo, un licenciado en filología clásica no será un humanista porque no sabe nada de lo mejor que hicieron los griegos: las matemáticas y la astronomía.
    Elias recuerda con mucho acierto que Platón no quería en su academia a nadie que no supiera matemáticas. Porque no se puede saber nada de política o de arte sin antes tener una gran dominio de la matemática, la fisica o la química.
    Por eso Elías considera (desde mi punto de vista con razón) que alguien de ciencias será siempre más culto, porque las letras las podrá aprender siempre, mientras que a alguien de letras le será muy dificil aprender ciencias.
    Solo quien sabe letras y ciencias a la vez es un humanista, según Elías.No un licenciado en humanidades que, como bien recuerda en su libro, ni siquiera tienen asignaturas tan implicadas en la cultura humana como la genética, la física o a matemática.
    estoy totalmente de acuerdo en que el verdadero humanista, el hmbre o mujer con cultura sólo es aquel que tiene un gran dominio de las ciencias y las letras, como el que demuestra Elías estudiando a la vez una carrera de ciencias y otra de letras.
    Creo que se refiere a eso. Y tb señala que por eso los licenciados españoles en humanidades tiene pocas salidas: porque les falta todas las asignaturas relacionadas con las ciencias, para ser realmente de humanidades.

    ResponderEliminar
  3. En mi opinión el gran error de nuestra cultura y nuestra educación es diferenciar o querer hacer una rotura entre lo que llaman “letras” y “ciencias”.
    Pienso que esta separación es absurda, irracional, inconsistente e irreal. No se por qué nuestra sociedad y nuestro sistema educativo tiende a justificar lo injustificable y se obstina en segregar y separar irracionalmente lo que es inseparable.

    Lo que se conoce como ciencia es sencillamente “conocimiento” al que se le aplica un método, que se basa fundamentalmente en la “reproducibilidad” y la posibilidad de deducir leyes generales que permiten explicar de forma racional cualquier fenómeno.
    Todo se puede explicar de forma racional aplicando el método “científico”. Desde la poesía a la narrativa, de la pintura a la música, de la historia a la arqueología y cualquier actividad humana.
    Todas las materias son conocimientos y nos enseñan a hacernos preguntas y a contestarlas. Una característica de nuestra especie es la curiosidad y la satisfacción por el conocimiento. No se por qué en nuestra educación los que estudian “letras” están destinados a no profundizar en las leyes de la herencia, en la materia o el universo por ejemplo. Es lo mismo que si uno que estudiara “ciencias” y tuviera la imposibilidad de conocer historia, visitar un museo o asistir a un concierto o a una obra de teatro.
    Esta es otra "revolución" pendiente.
    Es necesario el decrecimiento económico y para eso, es imprescindible el crecimiento cultural, es decir el del CONOCIMIENTO a secas, sin "letras" ni "ciencias"
    Saludos
    Behavi

    ResponderEliminar
  4. Bueno, parece que sólo se han animado a contestar “los de ciencias”. Es normal, pues mi comentario era provocador.

    Bien, en primer lugar estoy completamente de acuerdo con lo que se ha dicho respecto a que no debería existir esa diferenciación radical (casi oposición) entre ciencias y letras. Pero lo cierto es que existe, la tenemos integrada en nuestros esquemas de pensamiento y no sé si podemos evitarla del todo. Y es que la cantidad de conocimiento que ha alcanzado la humanidad hace ya imposible que una persona pueda realmente llegar a saber de todo. El sueño del humanista omnisciente (en el Renacimiento todavía era posible) es una quimera. Tendremos que aceptar que al día de hoy un profesor universitario de Historia Antigua no conozca la fórmula del bicarbonato cálcico (y eso que ésta debe ser fácil), o que un profesor de química no sepa ubicar las antiguas ciudades de Ucubi, Obulco, Ulia o Astigi. Nos hemos especializado, y hemos tenido que hacerlo porque si no, ya no sería posible seguir avanzando. Desde luego, debe haber unos mínimos a fijar en el sistema educativo, y habría que hacerlo al alza respecto a los actuales, que son de vergüenza.

    Dicho esto, sobre lo que creo que estaremos los cuatro practicamente de acuerdo, ahora voy a intentar explicar mejor por qué opino que Elías cae en lo que dice pretende evitar. Me refiero a que él es el primero y más radicalmente prisionero de esa visión de la “dos culturas” (así titula, de hecho, un capítulo de su libro). Pero no sólo es prisionero de esa visión (la cual yo mismo he dicho que considero casi inevitable, y todos caemos en ella) sino que veo que Elías sí toma partido, y muy radicalmente por cierto, en el sentido de valorar más una de las dos cultura (la “científica”) y despreciar la otra (la de “letras”).
    Por ejemplo en la página 187 del libro (es que lo tengo delante) escribe: “Es decir, mientras que Shakespeare nos habla de sentimientos humanos como el amor, la venganza, la lealtad o relaciones familiares (sentimientos, por otra parte que no sabemos si son exclusivos de los humanos o si también los pueden tener los animales), la segunda ley de la termodinámica sí contiene algo verdaderamente humano: la capacidad de preguntarnos y respondernos por qué pasan las cosas y, con esas respuestas, transformar el mundo”.
    Fijaos en lo de “SÍ CONTIENE ALGO VERDADERAMENTE HUMANO” con lo que parece que las obras de Shakespeare quizás no lo contengan.
    El párrafo continúa: “Esa es la verdadera capacidad que ha propiciado que el Homo Sapiens sea la especie triunfante del planeta. La obtención de la segunda ley de la termodinámica transformó totalmente nuestro mundo, pues es el origen de la máquina de vapor y, por tanto, de la revolución industrial”.
    Algunos piensan que en ese momento fue cuando el homo sapiens empezó a marchas forzadas a cabar su propia tumba, pero bueno, no viene al caso hablar ahora de cuál es la idea de progreso de algunos tecnocientíficos.

    Como dije en mi entrada, creo que el hombre es: cosa (ser físico), animal (ser biológico) y persona (ser social). La aproximación científica a lo real es la más consistente (por su irrefutabilidad) para explicar las naturalezas física y biológica. La naturaleza social me parece de otro orden, y por ahora extremadamente compleja e inexplicable por medio de un reduccionismo fisico-químico (perdón Casimiro por volver a mencionarlo), que es lo que pueden ofrecer las ciencias naturales. Entonces se nos hace inevitable no ya el acudir a las ciencias sociales (que no sé por qué se empeñaron tan ansiosamente en su momento en lograr ese sello de “ciencias”) sino a la literatura, al arte, etc.

    Recuerdo ahora otra entrada mía en este blog (http://cuadernodelsur.blogspot.com/2009/02/darwin-y-la-evolucion-de-la-conciencia.html) en la que me refería a la teoría de Roger Bartra de la existencia del exocerebro. Esta teoría proveniente de un antropólogo, y que no podría haber procedido de un biólogo o de un físico, me parece muy sugerente.

    ResponderEliminar
  5. Al cortar y pegar se quedó fura la última frase que tenía escrita:

    En fin, para concluir me voy a permitir decir que creo que son las relaciones sociales, la cultura, el arte, y también la ciencia, pero no el descubrimiento de la máquina de vapor (con permiso de Elías), lo que han hecho del hombre lo que es.

    ResponderEliminar
  6. Gracias Juanma, me gustaría comentar dos puntos de tus reflexiones:
    1.- Dices textualmente: “Y es que la cantidad de conocimiento que ha alcanzado la humanidad hace ya imposible que una persona pueda realmente llegar a saber de todo.”
    Tienes razón, pero quizás, no se trata de saber de todo, sino saber lo esencial. Nuestro cerebro está repleto de conocimientos irrelevantes, que inculca el sistema educativo y los medios e comunicación.
    Lo que falla es el sistema, no la capacidad de nuestro cerebro de almacenar conocimientos.

    2.- No estoy de acuerdo con que nuestra especie sea cosa (ser físico) animal (biológica) y persona (ser social). Los individuos de nuestra especie son seres físicos, y mediante las propiedades de la materia se puede explicar al ser biológico, y mediante las propiedades de lo biológico se puede explicar lo que llamas “ser social”. La naturaleza social es sencillamente la interacción de genes y factores ambientales, y nada más; no hay nada más (al menos demostrable).
    En algunos aspectos, nuestra especie tiene mayor complejidad que otros animales, especialmente en lo que se refiere el sistema nervioso, pero solo mayor complejidad. Su funcionamiento se lleva a cabo mediante los mismos mecanismos, y explican desde la capacidad de escribir poesía, pasando por expresarse mediante la pintura o la escritura hasta emocionarse ante una puesta de sol.
    Es una opinión de la que creo que existen suficientes pruebas reproducibles.
    Saludos
    Behavi

    ResponderEliminar
  7. 1. Lo dije antes y me reafirmo. Lo biológico explica lo social, manque nos pese, como en otras especies animales. Somos monos más ingeniosos y como ellos, trabamos lazos sociales y experimentamos emociones y nos ponemos en el lugar de otros, etc.
    2. No podemos abarcarlo todo, pero no saber lo que significa H2O o HNaCO3 (el casorio de los átomos) es, sinceramente, más incultura que no saber la localización de esas ciudades innombrables. Lo segundo lo pillas en Google, pero para lo primero tienes que tener un mayor conocimiento del mundo y de cómo son las cosas: lo que son los átomos, el sistema periódico, los enlaces químicos, etc. No es saberse de memoria la fórmula. Es una visión del mundo físico que no se consigue en un click en la web.
    3. La aplicación de la Termodinámica a las máquinas y los avances tecnocientíficos (¡qué mal me suena! en general nos han llevado casi al desastre. Es cierto. Pero tus palabras parecen destilar la idea de que más le hubiera valido al ser humano haber dejado la Ciencia a un lado y dedicarse a otros menesteres más prosaicos. Sin embargo, creo que más Ciencia, cabalgada por la ética, podrá sacarnos del apuro en el que nos hemos metido. Si viviésemos sin esos avances científicos, que el ecologismo trasnochado no discrimina, tal vez ya nos hubiésemos muerto de viruela en la más tierna infancia y, desde luego, no estaríamos debatiendo sobre si el sexo de los ángeles es más de letras que de ciencias.
    Un abrazo. Enhorabuena por el blog. Como ves, lo sigo puntualmente.
    Casimiro Jesús.

    ResponderEliminar
  8. ¿EVOLUCIÓN?... LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD SÓLO HABLA DE GUERRAS Y EN ESTE MOMENTO ESTAMOS ESPERANDO LA GUERRA DEL FIN DEL MUNDO...LA HUMANIDAD NECESITA URGENTEMENTE QUE LE CAMBIEN LA MITAD DE SU GENÉTICA Y MÁS Y MÁS Y MÁS....

    ResponderEliminar