lunes, 18 de enero de 2010

La tercera edad de los derechos.


Creo que con los derechos ocurre como con las personas: conforme van creciendo, van ganando en amplitud (el listado de derechos es cada vez más extenso) pero a la vez se van degradando.

Los juristas y politólogos hablan de tres generaciones de derechos. A saber:

La 1ª generación: los derechos humanos universales por antonomasia. Son los derechos herederos de las revoluciones liberales, singularmente la francesa, que dieron comienzo a la edad contemporánea. En realidad estos derechos no quedaron universalmente fijados (no digo extendidos) hasta el año 1949. No hay duda de cuáles son estos derechos: son los que tiene que ver con el ámbito de las libertades individuales, la libertad de expresión, de movimiento, de conciencia, de voto, etc. Son los derechos civiles y políticos. Dicho de otra manera, son los que tienen que ver con la LIBERTAD.

La 2ª generación: los derechos económicos y sociales. Son derechos herederos de los movimientos socialistas. Se concretarían en el derecho al trabajo, a una vivienda digna, a la sanidad, a la educación, a prestaciones sociales, etc; en general, el derecho al estado del bienestar. Tienen que ver con el reino de la IGUALDAD.

La 3ª generación: los más recientes de los tres; son los derechos ambientales y éticos. Herederos de los movimientos ecologistas, están relacionados con la construcción de un mundo en paz, en un medio ambiente sano y justo. Se podría decir que tienen que ver con la SOLIDARIDAD.

Los primeros derechos se definieron como derechos del individuo frente a los posibles atropellos del estado; son fundamentales, son inalienables, y nos pertenecen por el hecho de ser persona. Obligan a los poderes públicos en el sentido de que son jurídicamente exigibles.

Los segundos, en cambio, carecen de esa cualidad de ser jurídicamente exigibles. El estado debe orientar sus políticas hacia el pleno empleo, la universal escolarización, etc, pero en el fondo los tribunales no pueden hacer nada cuando los gobiernos “desorientan” su actuación hacia otros objetivos. Particularmente es lo que han hecho los gobiernos neoliberales de las últimas décadas que han primado por encima de todo el derecho a la propiedad, el derecho al beneficio, alzando por encima de todas las libertades, hasta el punto de anular a las otras, a la libertad de mercado.

Los terceros, a duras penas empiezan a ser aceptados universalmente, porque aceptar que todas las personas, por el hecho de serlo, tienen derecho a un mundo justo, sano y en paz tiene unas implicaciones que los poderes económicos establecidos y los beneficiarios del actual sistema mundial no están dispuestos a asumir.

Cada generación de derechos se sustenta sobre la anterior. No hay posibilidad de ningún derecho de segunda o tercera generación sin que los de la primera se hayan alcanzado. No hay derechos de tercera generación sin un estado de bienestar mínimo: no se puede disfrutar de una paz justa y de un medio ambiente limpio sin alimento, trabajo y vivienda.

Pero ¿qué pasa ahora con tanto derecho que hemos, teóricamente, alcanzado? Como decía más arriba, los derechos humanos fundamentales de la 1ª generación son jurídicamente exigibles, y desde que hay estados de derecho y tribunales internacionales, siempre habrá una esperanza jurídica de justicia en ese ámbito. Pero no ocurre lo mismo con los otros derechos: no hay esperanza de alcanzar un mundo justo en un medio ambiente sano si no se hace mediante la construcción de un gran consenso universal. Y no creo posible la construcción de ese consenso mientras no se desaloje de su situación de injusto privilegio a los grandes beneficiarios del actual sistema (esos ricos que cada vez son más ricos). La consagración mundial de la libertad de mercado y de los derechos del capital, está en contradicción directa con esto que pretendemos. El episodio de la última cumbre de Copenhague es una triste confirmación de esto que digo.

Aunque, quizás, ya nadie niegue que existe el derecho universal a un medio ambiente sano y justo, ¿es ese derecho al día de hoy algo más que una mera buena intención?

2 comentarios:

  1. Gracias Juanma por esa clasificación esclarecedora sobre los derechos humanos.
    Que tal si se le diéramos la vuelta cronológica a las tres generaciones de derechos.
    Me explico: Si nos referimos a la humanidad en su conjunto, no puede existir realmente un pleno derecho civil y político (LIBERTAD) si no se dan los derechos de 2ª generación (sanidad, educación, trabajo, prestaciones sociales etc. es decir IGUALDAD) y si no hay justicia a nivel mundial que requiere la SOLIDARIDAD.
    Por ejemplo: Existen los derechos de la primera generación en los países “enriquecidos”, Europa, EEUU, Australia etc. Pero se cierran las fronteras a personas de los países “empobrecidos”. Es decir no se asume el derecho de libertad de movimiento, y por tanto se niega la LIBERTAD ¿Por qué? ¿No son personas? ¿Qué diferencia hay? ¿El lugar de nacimiento? ¿Es eso una diferencia que puede justificarlo?
    De este simple hecho se desprende que es necesario que se den los derechos de la 3ª generación, SOLIDARIDAD, es decir un mundo justo, para que se puedan cumplir los primeros. Lo mismo pasa con los de la segunda generación, por ejemplo, referente a los de sanidad. ¿Se puede ejercer el derecho a la sanidad en un mundo contaminado?
    Así, si le damos la vuelta, el primer objetivo sería conseguir un mundo sin guerras, en un medio ambiente sano y justo. Es decir se debería desarrollar completamente la SOLIDARIDAD INTERNACIONAL. La Justicia permitiría conseguir los derechos del segundo tipo, los referentes a la IGUALDAD: sanidad, educación, prestaciones sociales, trabajo y vivienda. Y esto requeriría una transformación de la sociedad sin precedentes, porque el trabajo no sería un medio para conseguir ingresos, sino para contribuir al funcionamiento de una sociedad justa… Quizás en un mundo así, la LIBERTAD estaría al alcance de todos.
    Se que todo esto es una utopía, pero el sistema actual no funciona y si es verdad que muchos disfrutamos de “derechos” fundamentales, el incumplimiento de los derechos de la tercera generación salpica a todos, y mientras no se de la justicia a nivel global, los derechos humanos de la primera y segunda generación no serán alcanzables para la mayor parte de las personas.
    Saludos
    Behavi.

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